Los alumnos de 42 titulaciones de la Universidad de Málaga empezarán a partir de febrero a realizar prácticas en empresas. Esta es la última novedad del plan Bolonia que quedaba por implantar y que comprende un periodo de formación en el mercado laboral que se valora y califica en el expediente académico como una asignatura más. Al practicum que tradicionalmente han realizado de forma obligatoria los estudiantes de Ciencias de la Salud, Medicina, Psicología y Ciencias de la Educación se suman este curso carreras tan dispares como Económicas, Estudios Ingleses, Historia del Arte, Turismo o las titulaciones de Ciencias y las ingenierías, entre otras. Aunque en 20 de las 62 titulaciones de la Universidad de Málaga no se realizarán este tipo prácticas curriculares, como por ejemplo en Derecho, Matemáticas, Sistemas Electrónicos o Ciencias Ambientales, y sólo son obligatorias en 16 titulaciones, son varios miles los alumnos del último curso que por primera vez llegarán a las empresas y esa primera experiencia laboral les contará en su expediente académico.

Rafael Ventura, director de Secretariado del Vicerrectorado de Coordinación, calcula, que superarán los 3.000 los que tienen que realizar prácticas de forma obligatoria. Junto a ellos figuran varios cientos más que las harán de forma optativa. La búsqueda de empresas e instituciones para emplear a estos estudiantes es el principal obstáculo al que se enfrentan tanto los centros como el consejo de gobierno de la UMA, porque la gestión compete a ambos.

"Tenemos ocho titulaciones y cerca de 400 alumnos de último curso", subraya el decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Sebastián Fernández, para poner de manifiesto la dificultad de una gestión que tienen que afrontar por primera vez las facultades y escuelas. Filosofía y Letras está intentado cerrar un convenio con el Ayuntamiento de Málaga para que acoja a estudiantes en el área de arqueología urbana. En otros casos se han firmado acuerdos con archivos y museos. "Hay titulaciones, como por ejemplo Clásicas o Filosofía, en las que resulta muy complicado porque aquí no hay empresas a las que acudir", reconoce el decano.

En todo caso, los coordinadores encargados de buscar las prácticas han tenido que suplir la falta de experiencia con imaginación. Los alumnos de Estudios Ingleses, por ejemplo, realizarán el practicum no solo en empresas, sino también en colegios bilingües y museos, proyectos de investigación que desarrolla en este ámbito el propio centro y dando apoyo a Erasmus y alumnos de otros países que estudian en la UMA.

En la Facultad de Económicas 190 alumnos de último curso han optado por hacer estas prácticas. El decano del centro, Eugenio Luque, subraya que se ha tocado a la puerta de 105 empresas y ya se han cerrado prácticas para 148 estudiantes, fundamentalmente en pequeñas y medianas empresas entre las que figuran concesionarios de automóviles, gestorías, asesorías, consultorías y auditorías, además de ayuntamientos e, incluso, departamentos universitarios. No obstante, aún quedan 42 estudiantes pendientes de que se halle un hueco. Antes esta tesitura ha pedido apoyo al Vicerrectorado de Coordinación, que también colabora con la Facultad de Turismo en la búsqueda de puestos para otro centenar de estudiantes que tienen que realizar este periodo práctico de forma obligatoria.

"Lo primero que hemos hecho ha sido tirar de nuestra base de datos donde tenemos 2.596 empresas", afirma Rafael Ventura en alusión a las firmas que habitualmente colaboran con la Universidad de Málaga en las prácticas extracurriculares, o sea esas que no cuentan en el expediente, se realizan fuera del horario académico y los alumnos reciben una contraprestación económica, aunque sea mínima.

Hacer comprender a las empresas que a partir de ahora les pueden llegar dos tipos de estudiantes tampoco ha sido fácil, porque en el caso de las prácticas que forman parte del plan de estudios es necesario acordar previamente en qué departamento se ubicará al alumno, qué tareas realizará y cuáles son las competencias que debe alcanzar.

Además, cada titulación determina de antemano los objetivos a superar en ese periodo de trabajo. Por ejemplo, en el área de económicas se valora la capacidad para trabajar en equipo o resolver problemas, la autonomía o la comunicación del alumno, "mientras que en las relacionadas con la salud se busca formar al alumno en otras habilidades".

La empresa tiene que designar un tutor que realizará un informe sobre la experiencia del estudiante. El practicum se califica a partir de ese documento, el que realice el tutor académico y la memoria que elabore el alumno. Tanto el número de créditos como las competencias a alcanzar las determina cada centro. Generalmente se mueve entre los seis y 24 créditos, aunque en algunas titulaciones como Enfermería son más prolongadas y e n el grado de Psicología son 18 créditos europeos que equivalen a 135 horas, lo que ha permitido que siete turnos de estudiantes tengan la oportunidad de trabajar de 8 a 15 horas durante un mes en hospitales públicos.