Málaga

El único centro de formación para el empleo cumple un año sin actividad

  • Educación, que asumió las competencias en 2013, está preparando la oferta para ponerla en marcha en breve

Aulas vacías, materiales en desuso que las limpiadoras conservan cada día, ordenadores apagados y silencio. El centro de Formación Profesional para el Empleo Rafael Salinas, el único espacio público de la provincia dedicado a impartir cursos para desempleados, va a cumplir un año sin actividad. El traspaso de las competencias a Educación y la falta de presupuesto han bloqueado desde marzo de 2013 la continuidad de una formación gratuita que ha impartido en las últimas tres décadas este centro ubicado en el Atabal. Desde la Junta aseguran que se está preparando la oferta para ponerla en marcha en breve.

Como novedad, el centro asumirá las materias relacionadas con Informática y Telecomunicaciones impartidas hasta ahora por el consorcio de Comunicaciones y Tecnologías de la Información (FORMAN). Esto completará una oferta ya de por sí diversa, que cuenta con medio centenar de cursos de las más diversas disciplinas, con duración de 230 a 950 horas. En idiomas se imparte inglés, alemán y chino mandarín. Se ofrece formación para formadores y auxiliar administrativo en enseñanzas semipresenciales, además de una oferta eminentemente práctica. Fontanería, carpintería, mecánica, higienista y protésico dental, auxiliar de geriatría e infantil, diseño, diseño de páginas web, jardinería, placas solares, soldadura y así hasta 53 cursos en los que el 75% es práctica y el 25% es teoría.

Algunos de los cursos ocupan dos años y otros sólo unos meses, pero muchos ofrecen la capacitación profesional o están homologados por distintas instituciones, lo que acerca a los alumnos a la inserción laboral. La dirección del centro habla de más de un 80% de inserción gracias a las prácticas en empresas. La ratio de alumnos es de 15 alumnos por grupo y la asistencia obligatoria, ya que con tres faltas sin justificar al mes se le daba al usuario de baja.

Así se ha venido trabajando en el Rafael Salinas cuando dependía de la Consejería de Empleo. Ahora Educación ha tomado el relevo y el consejero Luciano Alonso señaló en el Parlamento que el nuevo modelo de Formación para el Empleo busca la máxima implicación de las empresas y la inserción laboral del alumnado. Para ello, se va a elaborar una nueva ley que siente las bases y consolide una FP que promueva la excelencia, la colaboración con las empresas y que potencia el espíritu emprendedor en todos sus niveles de formación, según explicó Alonso.

Además, el consejero anunció que la oferta formativa se ajustará a las necesidades del tejido empresarial y a los sectores emergentes y se pondrá en marcha una red pública "potente" de Centros Integrados de Formación Profesional donde van a converger los dos subsistemas de FP, el inicial y el de empleo que estará ligada a la investigación, a la innovación y al desarrollo. Otra de las medidas para facilitar el empleo serán los convenios con empresas que asuman el compromiso de contratar al menos al 60% de los alumnos que se formen con ellos, agregó el consejero.

Andalucía ha dejado de recibir del Ministerio en sólo dos años casi 387 millones de euros destinados a la formación para el empleo. Esto supone, según el consejero de Educación, un 27% menos de fondos destinados a la formación de personas desempleadas, incidiendo, especialmente, en los parados mayores de 45 años de larga duración, mujeres, discapacitados y colectivos en riesgo de exclusión social así como en los jóvenes que abandonaron el sistema educativo. Ahora se trabaja en el anteproyecto de dicha ley.

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