Solamente queda que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo otorgue un último permiso para que la multinacional española Repsol pueda culminar la última fase del proyecto de investigación Siroco, que inició hace más de diez años para buscar yacimientos submarinos de gas en la Costa del Sol. Pero el retraso burocrático y razones políticas están retrasando la culminación de la última fase, que consistirá en perforar un pozo exploratorio entre Mijas y Fuengirola. El Gobierno central pretende desbloquear el asunto y pedirá a la empresa que aclare cuándo tendría disposición de iniciar los trabajos para autorizarlos en 2015 ó 2016.

Lo único que quedaría es la resolución del director de Política Energética para que Repsol tenga vía libre para culminar esta última fase y, según aseguró a este periódico el propio subsecretario de Estado de Industria, Enrique Hernández Bento, está previsto convocar a una reunión en breve a los responsables del proyecto de Repsol para empezar a concretar fechas dado que existe una importante limitación de tiempo puesto que la compañía petrolera solamente puede realizar la perforación del pozo entre los meses de febrero y mayo, como ya autorizó la declaración de impacto ambiental favorable que obtuvo del propio Gobierno central en junio de 2011 para que ni la actividad turística de la zona ni el paso migratorio de cetáceos se vieran afectados.

A esa limitación se une otra y es el problema logístico que le surge a la empresa a la hora de contratar los servicios de una plataforma petrolífera -apenas existen ocho en todo el mundo- con la que realizará el sondeo y que no tiene intención de hacerlo hasta que tenga el permiso definitivo de Industria debido al alto coste que tiene el alquiler de este tipo de infraestructuras y que puede alcanzar el medio millón de euros al día, incluido el personal. Consciente de este problema, Hernández Bento señaló que "estamos dispuestos a sentarnos con ellos y ver cuándo podría llevarse a cabo la última fase porque la intención del Gobierno es autorizar todos aquellos proyectos de investigación que puedan contribuir a que España no sea tan dependiente energéticamente".

La premura en desbloquear este proyecto, que está parado en algún despacho de Industria desde hace casi tres años, es aún más comprensible si se tiene en cuenta que en agosto de 2015 expira la cuarta prórroga administrativa que el propio Ministerio ha tenido que conceder a la multinacional por el retraso que acumula la tramitación de este último permiso.

Repsol siempre ha estado dispuesta a adaptarse a los requerimientos del Gobierno para poder culminar su proyecto de investigación iniciado en la provincia de Málaga en 2004. Pero este periódico pudo saber que su intención es hacer coincidir la perforación del pozo submarino de la Costa del Sol con otros previstos también para la búsqueda de gas en el litoral portugués de El Algarve y en el Golfo de Vizcaya, en la zona donde ya se estuvo explotando un yacimiento de gas que ahora se usa como depósito de este recurso, para que la plataforma que contrate le resulte rentable.

El subsecretario de Estado de Industria dijo comprender esta situación y se mostró dispuesto al diálogo para que impulsar de nuevo la búsqueda de gas entre Mijas y Fuengirola, incluso con la posibilidad de que coincida con el año que viene a pesar de las elecciones municipales y nacionales que están previstas. "No supondrá ningún impedimento siempre y cuando Repsol haya resuelto los problemas logísticos".

Será esta plataforma petrolífera la encargada de hacer el pozo donde se colocarán dos cabezas submarinas, es decir, un artilugio consistente en un juego de válvulas que serán las que controlen la salida de gas. Los trabajos durarán 29 días, prorrogables a 41, y sólo si se encuentra gas se realizará una prueba de producción para comprobar si es comercialmente viable. Para su explotación, Repsol tendría que empezar otra odisea administrativa.

Este sondeo es la única forma de saber si existen o no yacimientos de gas en el subsuelo marino de la costa occidental que puedan ser rentables y viables de cara a una futura explotación, una posibilidad remota que únicamente se da en el 10% de los casos.

La campaña sísmica que la petrolera llevó a cabo en 2005 lleva a pensar que hay probabilidades de que exista este recurso a nueve kilómetros al sur de Mijas y a 12 kilómetros al suroeste de Fuengirola, y a una profundidad de unos cien metros.