Málaga

La farola más eficiente tiene firma malagueña

  • Tres alumnos del ciclo Edificaciones y Obra Civil del IES Jesús Marín ganan un premio nacional con una luminaria autónoma que, además, carga móviles

Un total de 62 trabajos de todo el país participaron en el concurso de mobiliario urbano sostenible que organiza Formación Profesional de Arizmendi Ikastola, en el País Vasco. En su sexta convocatoria se había pedido el diseño de una farola eficiente y tres estudiantes del IES Politécnico Jesús Marín se pusieron manos a la obra para idear Energinkgo, proyecto que ha resultado ganador. Se trata de una luminaria autónoma realizada con materiales reciclados, que se sostiene con energía solar y eólica y que, además, puede dar otros servicios a los ciudadanos, como un punto de carga para teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos. La farola más eficiente del país tiene firma malagueña.

Sergio Díaz, Jeff Berantzino y Samuel Castillo son los autores del proyecto y, pocas horas después de recoger su galardón, se mostraban felices y orgullosos. Estudian segundo del ciclo superior Edificaciones y Obra Civil y animados y guiados por su profesor Juan Antonio Juango se presentaron al certamen. Pero lo primero de todo fue hallar el diseño y concebir el modelo de luminaria. "Ningún diseño geométrico nos gustaba", explica Juan Antonio Juango. Entonces pensaron en la propia naturaleza, en modelos orgánicos. Probaron con tulipanes, tréboles y la hoja de hiedra. Pero nada daba resultado. "Queríamos una forma de abanico que no tuviera muchas puntas ni entrantes", cuentan los autores del proyecto. Finalmente encontraron en el ginkgo, un árbol de origen chino, la inspiración perfecta.

Con forma de rama rematada en dos hojas de las que salen múltiples lámparas led se alza su farola. "El cuerpo lo hemos proyectado con aluminio reciclado procedente de latas y las tulipas son de plástico de botellas", comenta el profesor. "Tiene dos baterías que se cargan con placas solares y un molinillo con una dinamo para utilizar la energía eólica por la noche o en caso de ausencia de sol", agrega Sergio. La primera batería garantiza el alumbrado de la vía pública y gracias a la segunda se pueden recargar teléfonos móviles y dispositivos electrónicos portátiles mediante un puerto USB.

"En una playa o un paseo marítimo, junto a la parada de autobús, en un parque infantil, puede resultar muy útil poder enchufar y cargar el móvil", comentan los autores de Energinkgo. Pero hay más. Conectando aproximadamente 30 farolas se podría ofrecer un punto de recarga para coches eléctricos. "Los propietarios de las farolas cobrarían por este servicio y podrían amortizar el valor de la luminaria o su mantenimiento", considera Juango. Y esta farola aún puede ser más eficiente. "Combinándola con la electrónica podríamos conseguir que en entornos poco transitados estuvieran al 40% de iluminación y que se pusieran al 100% ante la presencia de movimiento, haciendo un acompañamiento luminoso al coche, la bicicleta o el peatón", agregan.

Una vez concebida la pieza, hubo de darle forma en un panel, para lo que contaron con la colaboración de la arquitecta Ana Villegas. Se hizo un trabajo en equipo en el que emplearon cuatro meses y ahora se han llevado a casa 250 euros cada uno. Pero, sobre todo, han ganado un hecho diferencial en su currículum. Aunque aún no tienen claro si este invento podría tener recorrido comercial, Jeff considera que "es 100% viable porque es fácil de construir, se utilizan materiales reciclados fáciles de moldear y la tecnología está en el mercado". Como apunta Sergio, "la clave está en combinar los elementos y darles esa utilidad".

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