-¿Qué impresiones extrae de este último año de labor en la oposición municipal?

-Muy satisfechos con el trabajo que llevamos desde IU. Nos marcamos como objetivo central, es obligado en este momento, la situación grave desde el punto de vista social que se vive en Málaga. Ha sido la línea central de nuestras iniciativas, eso incluye tanto la situación de desempleo, pobreza que hay en la ciudad como en la gestión que desde el Ayuntamiento se puede hacer de los recursos públicos y de los espacios. Un ayuntamiento puede con ello beneficiar a la mayoría, paliar las situaciones más graves desde el punto de vista social, o puede hacer todo lo contrario, que es lo que, a nuestro juicio, está pasando.

-¿Es esta faceta la que más cuestiona del equipo de gobierno del PP?

-Sí. Es para nosotros el elemento más criticable. El alcalde y el equipo de gobierno parecen vivir de espaldas a la grave situación social en la que vive una buena parte de la población de la capital.

-Desde IU han sido muy críticos con la política cultural y museística liderada por el alcalde. ¿A qué le suena la apuesta por el Centro Pompidou o el Museo Estatal de Arte Ruso?

-Un museo siempre es una iniciativa interesante para una ciudad, pero hay que tener en cuenta cuáles son los recursos disponibles, más cuando hay una limitación de los mismos. Y en el otro lado de la balanza hay que poner las necesidades más urgentes a cubrir y las principales demandas de la ciudadanía. Desde ese punto de vista hemos criticado mucho la política museística. Nos parece un derroche importante desde el punto de vista económico de unos recursos escasos que deberían dedicarse preferentemente a otras necesidades sociales. Un ejemplo, sabemos ahora que el coste anual de los distintos museos, de ese modelo de museos franquicia, nos cuesta al año a los malagueños más de 12 millones de euros, mientras que el plan de medidas de choque contra la pobreza que propuso IU, con reparto alimentario, vivienda, acceso a transporte, suponía una aporte de 6 millones. Hay una desproporción enorme entre las necesidades más urgentes de los malagueños y una hiperinflación de un modelo museístico que sale muy caro.

-¿Usted prescindiría del Pompidou, por ejemplo?

-Desde nuestro punto de vista, el Pompidou, como lo que se baraja en Tabacalera, son ahora gastos excesivos. Más aún cuando, en el caso del Pompidou, no sabemos la calidad de las obras que van a venir. Hay otras ciudades que han apostado por otras políticas culturales, centradas en la conservación, en la regeneración de su patrimonio, lo que genera enormes beneficios desde el punto de vista turístico. Son inversiones a más largo plazo, que hay que hacer año a año. Hablamos de Córdoba, Mérida, Cáceres, Salamanca... Aquí, se ha optado por todo lo contrario. Se viene destruyendo año a año el patrimonio histórico y monumental. En los últimos 25 años se ha destruido más patrimonio que en los años 60 y 70, los años negros del desarrollismo de Málaga. No se puede basar la oferta cultural en el modelo de museos franquicias.

-¿Qué opina de la presunta marcha del jeque?

-Podríamos titularlo como la crónica de algo anunciado. El jeque vino a Málaga para hacer negocio, algo que es legítimo, principalmente con la Bajadilla, La Rosaleda y Arraijanal. No culpo al jeque por perseguir hacer negocio, sí a este equipo de gobierno, y en parte también a los responsables de la Junta de Andalucía, por entrar en un juego que nunca se debió, que es cambiar las leyes a la medida de unas propuestas concretas. Si el jeque se va será por culpa de esas autoridades que le prometieron algo que era imposible, que le vendieron humo. En su día hablamos de Bienvenido Mr. Marshall, ahora, parece, que estamos asistiendo a la escena en la que el coche pasa de largo y en la ciudad las autoridades se quedan con cara perpleja.

-El alcalde asegura que volverá a presentarse a las elecciones...

-Teníamos nuestras dudas. Pensábamos que el alcalde decidiría en función de las encuestas que le aseguren una cierta tranquilidad a la hora de sacar una mayoría suficiente para gobernar, porque no tenemos ninguna duda de que no seguiría de estar en la oposición. Por eso y los resultados de las europeas, observamos una tendencia que tiene influencia importante en las grandes ciudades.

-¿Quién será el cabeza de cartel de IU?

-No está decidido, lo haremos próximamente. Queremos que tanto el candidato como los primeros puestos de la lista se decidan en un proceso abierto a los simpatizantes. La idea es que sea aprobado la semana que viene. Sí adelanto que es voluntad mía postularme como candidato a ese proceso. Es posible que puedan animarse otros compañeros.

-IU sale bien parada de las europeas. ¿Qué horizonte se marca su formación en 2015?

-No nos marcamos techo en este momento. Vemos un panorama político muy interesante en este año que queda, porque desaparece ese predominio absoluto del bipartidismo. En Málaga esa dos formaciones apenas superan el 50%. A la subida de IU se suma la irrupción de otras fuerzas políticas con las que habrá que contar. Las fuerzas de izquierda transformadoras, antitroika en Málaga suman en su conjunto un 24,5%, muy cerca del porcentaje de votos del PSOE y el PP. Aspiramos a crear un polo democrático, una convergencia de distintas fuerzas de izquierda que sea alternativa de gobierno en Málaga.

-¿Con pactos o creando una sola candidatura?

-Nosotros vamos a hacer un llamamiento a un proceso de convergencia en el que no nos marcamos límites. Ojalá podamos ir en un frente común electoral. No es descartable que fuese en una sola formación, con un solo candidato. Incluso, si fuese necesario se podría crear un nuevo sujeto político. De no ser posible, estamos abiertos a posibles acuerdos.

-¿Imagina una coalición de gobierno con el PSOE?

-Nos parece interesante, sin descartar a otras fuerzas políticas. Pero nosotros aspiramos a ser la fuerza que lidere esa posible coalición. Si depende de nosotros no vamos a permitir que se revalide una nueva mayoría absoluta por parte del PP. Estaremos de acuerdo en una posible coalición de distintas fuerzas de izquierda, y no sólo hablo del PSOE. Y dentro de eso, IU, legítimamente, aspira a ser quien lidere ese proceso.