Desde principios de agosto, la operación salida ha dejado unos números más negros en cuanto a accidentes de tráfico. Ante esto, la jefatura de la Policía Local del distrito de Carretera de Cádiz quiso ayer ayudar de una forma original: la donación de sangre. El promotor de este proyecto solidario es Juan González, oficial de la Policía Local en dicho distrito. González, ante el número creciente de accidentes y heridos por sucesos en la carretera, decidió proponer a sus superiores y compañeros esta iniciativa, inédita en Málaga por parte de los cuerpos de seguridad. La idea era suplir la falta de donaciones en el periodo estival, ya que, como explica el propio fundador del proyecto, "agosto es uno de los meses más accidentados y, a la vez, en el que menos sangre se consigue por las vacaciones".

Así, el objetivo era reunir junto a la jefatura de la Policía Local de Carretera de Cádiz al mayor número de agentes posible. No obstante, también eran bienvenidas las muestras solidarias por parte de vecinos de la zona o de toda Málaga. "No solo han venido compañeros de la jefatura de aquí, también han escuchado la llamada solidaria agentes de Churriana, Cruz de Humilladero y el Centro", explica González, que aún aguardaba su turno a media mañana para realizar su donación de sangre.

El que sí sostenía el algodón en el brazo que le acreditaba como donante era el director del distrito, Pedro Cabrera. "Siempre son bienvenidas iniciativas solidarias como éstas. La respuesta de la gente está siendo increíble, así que seguro que se cumplen los objetivos", declaró Cabrera, que confesó que la de ayer fue la primera vez que donaba sangre "por temor, aunque la ocasión merecía el esfuerzo". La meta de este proyecto estaba en las cincuenta donaciones, el límite de capacidad del autobús de los servicios médicos. La cifra del medio centenar se consiguió, aportando cada una 460 mililitros de sangre a los fondos sanitarios de la provincia.

Aunque los agentes uniformados eran superiores en número, varios civiles se acercaron, primero como curiosos y, después, como donantes. Isabel Romero, vecina de la zona, decidió sumarse a la causa solidaria cuando paseaba por el barrio y subió de inmediato al autobús. "Me hicieron unas preguntas sobre mi grupo sanguíneo, alergias y enfermedades, después, tras una prueba para ver si todo estaba correcto, pude donar", afirmó sonriente esta residente del distrito de Carretera de Cádiz.

La única condición por seguridad y cuestión de salud exigida a los participantes fue la de no haber donado en los últimos cuatro meses para los hombres y cinco en el caso de las mujeres. González se mostró satisfecho con los resultados de la campaña y comentó la intención de repetir esta iniciativa, "aunque no solo en este distrito, ya que la donación de sangre es algo necesario y cuanta más gente actúe, mejor".