Málaga

Buscan a la familia de un hombre de Benalauría fallecido en 1938

  • Domingo Calvente Carrasco fue el primer recluso en morir en la cárcel franquista de Valdenoceda

El drama que supuso la Guerra Civil, dejando una multitud de muertos y desaparecidos, muchos de los cuales hoy en día continúan en paradero desconocido, algo que, habitualmente, causa una gran inquietud sus descendientes. Por esa razón la Agrupación de Familiares de Represaliados en Valdenoceda, una prisión franquista en la provincia de Burgos, busca a la familia de Domingo Calvente Carrasco, natural del municipio de Benalauría, que fue el primer preso en morir entre sus muros el 8 de noviembre de 1938, sólo un mes después de que abriera la prisión, donde permanecieron recluidos numerosos republicanos.

Manuel Sempere, uno de los portavoces de la asociación, comunicó a este periódico que el objetivo, en este caso, es que su familia sepa que "su padre o su abuelo está enterrado en el cementerio parroquial viejo de la localidad de Valdenoceda", circunstancia, que, por otro lado, impide, de momento, acceder a sus restos y poder realizar las pruebas de ADN, ya que se encuentra inhumado debajo de otros cadáveres, algo que se motivó por la falta de espacio.

Por su parte, Eugenio Márquez, el alcalde de Benalauría, comunicó en la jornada de ayer a Málaga Hoy, que personal del Ayuntamiento había estado preguntando sobre esta cuestión a vecinos apellidados Calvente y Carrasco del municipio durante este último mes, pero que no habían encontrado a nadie que conociera a Domingo Calvente: "No sabemos ni si quiera si su familia vive todavía en el pueblo".

Por otra parte, según explicó Manuel Sempere, los primeros 11 fallecidos de la cárcel fueron enterrados en el citado camposanto; los dos siguientes, en una calle; y el resto en una parcela que compró el recinto penitenciario, todos ellos enterrados por los otros presos. De igual forma destacó que ya habían contactado con los familiares de otros presos inhumados en el cementerio viejo. En total, en la prisión, que estuvo abierta desde octubre de 1938 hasta agosto de 1943, la agrupación, a través del archivo del Registro Civil de la localidad, tiene constancia oficial de la muerte de 154 represaliados republicanos. La asociación también explicó que la inmensa mayoría de las muertes de la cárcel franquista "se produjeron por colitis epidémica, que no era otra cosa que el impacto del hambre y del frío sobre el cuerpo humano".

La agrupación, que se constituyó formalmente en 2005 y que inició en 2007 los primeros trabajos de exhumación, ha conseguido recuperar un total de 116 restos, ha podido contactar con 95 familias de toda España y ha identificado 49 cuerpos, muchos de los cuales reposan por fin en su pueblo, con su familia.

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