A los obstáculos administrativos con los que se ha encontrado la compañía Repsol para la búsqueda de gas en la costa malagueña se ha sumado un nuevo capítulo: la solicitud a Defensa de un informe, no contemplado inicialmente en el procedimiento, para que se pronuncie acerca de posibles maniobras que se desarrollen en la zona en la que se localizaría la plataforma. Con este nuevo trámite, el Ministerio de Industria descarta conceder el permiso definitivo a Repsol durante el próximo año para perforar la costa en lo que sería la última fase de un proyecto de investigación de que se inició hace ya diez años. Lo retrasa, sin embargo, como mínimo hasta 2016, con lo que se verá obligado a concederle a la compañía una nueva prórroga.

Según ha podido saber este periódico de fuentes del propio Ministerio de Industria, la última fase del proyecto de investigación de Repsol, que supone la instalación de una plataforma frente a la costa entre Mijas y Fuengirola, durante unos 40 días, y que estaba pendiente únicamente de la autorización definitiva del departamento que dirige José Manuel Soria, se verá de nuevo retrasada. La causa está en la solicitud que Industria ha cursado al Ministerio de Defensa para que determine la afección que podrían tener las maniobras del Ejército en la zona sobre los trabajos que la empresa desarrollaría.

Aunque Defensa ya ha emitido un informe favorable, las mismas fuentes del departamento de Industria señalaron que 2015 es un año que se da por descartado para conceder la autorización definitiva de perforación y más teniendo en cuenta que la declaración de impacto medioambiental aprobada en 2011 limita las perforaciones a los meses de febrero a abril para evitar afectar al turismo, la pesca ni al paso de cetáceos por la zona.

Con este nuevo retraso se salva un ejercicio especialmente delicado, con unas elecciones municipales en el mes de mayo, y se evita un conflicto que todos los partidos políticos utilizan como arma arrojadiza, aunque tanto PSOE como el Partido Popular han estado implicados de una manera u otra los avances del proyecto.

Como mínimo, apuntan desde Industria, no será hasta 2016 cuando se le dé a Repsol el permiso definitivo para el pozo que permitirá determinar la existencia o no de bolsas de gas lo suficientemente abundantes como para ser comercializadas, por lo que el Gobierno se verá obligado conceder una nueva prórroga a Repsol -sería la cuarta-, a la vista de lo que sería un nuevo retraso administrativo. La última moratoria la concedió en abril del pasado año y concluye en agosto de 2015.

Repsol también daba prácticamente por descartado el próximo año para la última fase del proyecto llamado Siroco hace apenas una semanas ante la demora de Industria con el permiso definitivo y teniendo en cuenta el corto periodo de tiempo en que podrían trabajar en la costa malagueña. Además, el alto coste que le supone a la compañía el alquiler de la plataforma perforadora - medio millón de euros al día- hace que la empresa se plantee su traslado haciendo coincidir en el tiempo varios sondeos para aprovechar la contratación de los servicios.