Málaga

Cuenta atrás para que los alumnos rezagados de ingenierías logren el título

  • Los estudiantes de carreras técnicas y diplomaturas deberán acabar en septiembre, incluyendo el proyecto

Enfrentarse a la recta final de una carrera es un momento difícil, pero cuando se hace mientras se tiene una jornada laboral de ocho horas, se hace aún más cuesta arriba. Esta es la tesitura en la que se encuentran miles de estudiantes de diplomaturas e ingenierías técnicas que no acabaron los estudios en su tiempo. Esta situación es más palpable entre los que cursan ingenierías técnicas, que consiguen un trabajo antes de acabar todos los créditos y poco a poco estudiar queda relegado a un segundo plano. Sin embargo,el Plan Bolonia avanza y septiembre del curso 2014/2015 será la última oportunidad que tengan para obtener el título del plan de estudios que está apunto de extinguirse.

Una de las escuelas de la Universidad de Málaga (UMA) que acusa más esta situación es la de Informática. "Siempre ha habido buenas ofertas laborales en nuestro sector, incluso durante la crisis, por lo que los estudiantes empiezan a trabajar antes de acabar y van posponiendo realizar el proyecto fin de carrera", asegura Ernesto Pimentel, director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática. Pero Pimentel advierte de que esta práctica tiene sus consecuencias, ya que las personas con carreras inacabadas se contratan como programadores, mientras que las egresadas pueden llegar a un rango superior, como el de analista.

El centro se ha fijado como objetivo que nadie se quede sin su título, desde hace años, mandan a los alumnos que están pendientes de realizar el proyecto una carta avisándoles de la fecha límite. "No tendríamos ningún problema de disponibilidad de profesores para tutorizar los trabajos que fueran necesarios", afirma Pimentel. Aproximdamente la escuela tiene 100 casos como esto en las dos especialidades.

Una de las formas más fáciles de enfrentarse a la tarea de comenzar un proyecto es elegir un tema relacionado con el trabajo que se está desempeñando en ese momento. "Nosotros intentamos que sea lo más asequible posible, por lo que damos la opción de asignarles un tutor o que elijan ellos y ofrecerles una materia lo más cercana posible a lo que hacen en su empleo", declara el director.

Fabián Arrebola, director de la Escuela de Ingeniería Técnica Superior de Telecomunicaciones de la UMA, sabe muy bien a lo que se enfrentan los trabajadores que deciden terminar la carrera. "Lo más difícil es ponerse a realizar el proyecto después de echar una jornada laboral de ocho horas. Sé de lo que hablo, yo lo hice en su momento", comenta Arrebola.

El director de Telecomunicaciones es también consciente de que la fecha límite se quedará corta para muchos de los estudiantes. "Por nuestra parte, la escuela intentará prorrogarla lo máximo posible, teniendo las últimas oportunidades en la convocatoria de septiembre y estudiaremos si pudiera ser en diciembre", asegura Arrebola. Según el director, si ellos no hicieran nada junio sería el mes fijado por las Universidades españolas para que los estudios estén terminados. Sus esfuerzos no se quedarán ahí puesto que quiere apelar a la UMA o, incluso a todas los centros del país para poder prorrogar esta fecha. "No es lo mismo tener acabadas las asignaturas que el proyecto fin de carrera", informa y además opina que las demás provincias con escuelas superiores tendrán el mismo problema.

Uno de los obstáculos mayores que tiene un estudiante al realizar esta última prueba es la disposición del material apropiado para realizar las mediciones pertinentes. "Los alumnos de Telecomunicaciones lo tienen complicado, ya que muchos necesitan equipos que cuestan mucho dinero y para disponer de ellos deben venir a la escuela para trabajar con los mismos. Por ello, dependen de horarios del centro y con un trabajo es complicado de compaginar", dice Arrebola.

Desde la Escuela de Telecomunicaciones aseguran que el nivel no bajará a la hora de evaluar un proyecto. Por su parte, el director de Informática asegura que enfrentarse al tribunal a la hora de defender el trabajo no es algo que debe preocupar a los alumnos. "La mayoría de los proyectos se suelen calificar como notable o sobresaliente, son los tutores de los proyectandos los que hacen la primera criba y ellos saben perfectamente lo que se exige en este centro", asegura Pimentel.

Ambos directores afirman que para realizar este tipo de trabajos se necesitan muchas horas, en concreto hablan de aproximadamente más de cinco horas diarias, lo equivalente a todas las asignaturas de un cuatrimestre.

Desde la Escuela Politécnica Superior esta situación se vive de otra manera. Según su director, Alejandro Rodríguez, al comenzar la crisis las personas que se encontraban en una situación similar han ido acabando sus estudios de forma paulatina. "Los ingenieros técnicos de estas carreras han ido finalizando, bien para promocionar en los trabajos que estaban desarrollando, o bien para asegurarse de tener una titulación por si se quedaban en la calle", indica Rodríguez, que asegura que en ningún momento se bajará el nivel de exigencia ya que supondría un agravio comparativo con respecto a los alumnos anteriores. "Aún así somos conscientes de algunas situaciones y actuamos en consecuencia", informa.

Otra facultad que está en la misma situación es la de Trabajo Social, sus alumnos deberán de acabar las asignaturas pendientes para poder acabar sus estudios como diplomados. "Nosotros no tenemos el problema de que accedan al trabajo antes de terminar, ya que la ley exige que debemos estar titulados para ejercer nuestra profesión", explica Rafael Arredondo, presidente del Colegio Oficial de Trabajadores Sociales, a lo que añade que la mayoría de los que aún no han finalizado sus estudios prefieren realizar un curso puente para obtener el nuevo título de graduado por el Plan Bolonia.

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