Málaga

Alumnos de La Cónsula, indignados con el retraso del curso hasta enero

  • La Junta no pagará al personal de La Fonda hasta 2015 y acumularán al menos siete nóminas

"Esto es inadmisible, tres meses tirados a la basura, no podemos ni trabajar, ni estudiar, es un tiempo perdido". Así de indignado se mostraba ayer Francisco Muñoz, alumno de primer curso de cocina de La Cónsula y portavoz de los estudiantes en el Pleno. "Estamos frustrados y cabreados, porque si se pone una fecha es para cumplirla", agregó su compañera Claudia Otero. Los alumnos de primer curso de la Escuela de Hostelería de Málaga fueron avisados el martes de que el inicio de curso no llegará hasta el 7 de enero, a pesar de que la propia delegada les planteó que podrían empezar antes, en noviembre o diciembre. Por eso, la noticia les cayó como un mazazo. "Estamos totalmente decepcionados", dijo Claudia. Hoy se celebra el consejo rector del Consorcio y los alumnos volverán a las protestas.

"Hicimos nuestros planes, dejamos trabajos, algunos se mudaron y alquilaron casas en función a la fecha que nos había dado la escuela y ahora qué pasa", lamentó ayer Francisco Muñoz y subrayó que si se cumplen los pronósticos su actividad lectiva no terminaría hasta septiembre, por lo que tendrían que enlazar directamente con el segundo curso "sin prácticas ni trabajar en verano". También reiteraron los alumnos que tendría que cambiar el planteamiento del curso en el centro.

"El grupo docente nos comunicó que si empezaban más tarde tenían un plazo para terminar que era en julio, porque en agosto se cierra la escuela y el restaurante, así que el temario se acortaría y hay cosas que no íbamos a tocar, por lo que repercute en todo este retraso", agregó Francisco Muñoz. No obstante, la Junta de Andalucía asegura que el curso está compuesto por una serie de horas que no van a sufrir variación.

La delegada de Educación, Patricia Alba, afirmó ayer que se va a estudiar "el caso concreto de cada consorcio, porque no tienen por qué alargarse en el tiempo sino concentrarse en más horas al día la formación", pero matizó que "no todas son escuelas de hostelería" a las que pese tanto la estacionalidad del sector turístico. En el caso de La Cónsula, Alba destacó que el retraso del primer curso no va a perjudicar a los alumnos que ya están cursando segundo en el centro. "Hemos empezado el segundo curso porque pedimos el préstamo y teníamos recursos suficientes para hacer frente a ese segundo curso, pero el consejero ya dijo en el Parlamento que hasta principios de enero no iban a empezar con carácter general todos lo cursos en los consorcios", apuntó la delegada.

Sin embargo, la apreciación del profesorado de La Cónsula es otra y aseguran que sí afectará que los 44 alumnos de primero no puedan ingresar en la escuela hasta enero. "Algunas prácticas están enfocadas a los dos cursos a la vez, unos tienen una responsabilidad mayor y otros menor y luego tenemos la programación del comedor de alumnos, la elaboración de pescados, de carnes, que se hace en función de los cuatro grupos, está claro que afecta a la dinámica del curso", explicó ayer el personal del centro, que sí se encuentra al día en el pago de sus nóminas.

No es así la situación que viven en la Escuela de Hostelería de Benalmádena. Los trabajadores de La Fonda ya acumulan cuatro nóminas y lo peor de todo es que la Junta ya les ha anunciado que no les va a pagar hasta enero de 2015. En esa fecha pasarán a formar parte del ente público Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE) como personal laboral y los Consorcios Escuela tendrán una gestión muy parecida a la de un instituto público. "A los profesores nos pagará directamente la Junta y el centro tendrá un capítulo de gastos para su funcionamiento", explicó ayer Carmen Sánchez, representante de los trabajadores de La Fonda.

Pero, aunque el próximo año comiencen a cobrar con regularidad, contarán con al menos siete meses de retraso en el pago de sus salarios. Esta situación se hace "insostenible" ya para un personal que, además, se ve obligado a acudir a diario a la escuela a pesar de tener las aulas vacías. "Los trabajadores estamos indignados y seguimos buscando soluciones para cobrar nuestras nóminas", apuntó Sánchez, que subrayó el apoyo que están recibiendo por parte del Ayuntamiento de Benalmádena. Lo que no saben es si el Consistorio podría optar por una fórmula parecida a la que se adoptó en Málaga y por la que se liberó una partida para pagar los sueldos atrasados de los trabajadores.

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