El Cuerpo Nacional de Policía se vistió ayer de gala para celebrar la festividad de su patrón, los Santos Ángeles Custodios, en un acto que contó con la presencia de cientos de policías, familiares, amigos y autoridades. El Ministerio del Interior decidió conceder el máximo galardón del Cuerpo, la medalla roja al mérito policial, a tres profesionales "por ser motivo de orgullo gracias a su buen hacer". Los galardonados fueron el inspector jefe Enrique Iglesias y los subinspectores Francisco Jiménez y Juan José Novo, que en 2013 sufrió un accidente de tráfico cuando el vehículo en el que viajaba fue embestido por otro.

El suceso le obligó a pasar dos veces por quirófano y ahora se encuentra a la espera de una tercera intervención. "Tengo cuatro hernias discales, me han puesto seis tornillos y reconstruido dos discos", explicó el agente, de 44 años, agradecido con el apoyo recibido por el jefe provincial de la Policía Nacional, Pedro Garijo. El funcionario había dejado el trabajo de oficina para volver a patrullar, por voluntad propia, cuatro meses antes de que ocurriera el accidente. Se considera, dijo, "un policía de calle".

Aquel día, Novo y otra policía habían recibido un aviso para apoyar a otros compañeros, que buscaban al responsable del robo de una furgoneta. "Detuvimos a un individuo y otro se había dado a la fuga. Pasamos por un cruce y un coche nos embistió por el lateral derecho. El nuestro volcó. En ese momento, pasa toda tu vida por la cabeza", precisó el agente. Pero en ese instante, su preocupación, recalcó, era su compañera, que estaba inconsciente: "Yo podía moverme, pero ella no me respondía y tenía los ojos abiertos; pensé que había fallecido. Ahora sigue recuperándose de la mano y pudo volver a trabajar".

Ayer, se sucedieron varias muestras de recuerdo al policía asesinado el pasado mes de mayo por un indigente. Con la voz entrecortada, el comisario principal de Málaga, Pedro Garijo, se emocionó al pronunciar su nombre, Francisco Díaz, y se refirió al "inmenso dolor compartido por todos los malagueños", a los que agradeció su cariño. A Paco, como era conocido entre los más cercanos, también le ofreció una mención especial el subdelegado del Gobierno, Jorge Hernández Mollar, quien aseguró que "nunca" podrá olvidar "el dolor y la emoción" con que conocidó su muerte, de forma trágica, en Carlos Haya tras ser apuñalado. Previamente a que tomara la palabra, hubo bajo un silencio sepulcral una ofrenda floral como homenaje "a los nunca olvidados".

Otro de los momentos más emotivos de la jornada llegó con la entrega de la cruz al mérito policial con distintivo blanco a Antonio Santiago González, que sufrió un ictus recientemente. Recibió un emocionante aplauso por parte de los asistentes.