La opción de una operación de compra-venta de los terrenos que el Puerto tiene en la plataforma de San Andrés está encima de la mesa. El presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, no cierra la puerta a una posible fórmula mediante la que el Ayuntamiento de la ciudad adquiera, si no íntegramente, sí parcialmente los terrenos situados en este punto del recinto y reservados desde 2007 para la construcción del Auditorio.

Este camino sería factible legalmente, dado que los 31.000 metros cuadrados que integran esta pastilla tienen desde finales de mayo de 2014 consideración de patrimonial, lo que posibilita su enajenación sin requerir de trámites previos. La valoración de la parcela, tras ser actualizada, podría rondar los 10 millones de euros después de que en 2007 tuviese una tasación de unos 17 millones.

"Es una posibilidad que existe y podría ser una solución", admitió Plata, quien, no obstante, precisó que no se trata de algo que haya planteado. Cualquier avance en esta senda, insistió, habrá de esperar a después de las elecciones municipales del próximo mes de mayo. "Cualquier cosa que se diga ahora va a estar muy influenciada por el debate electoral; por eso es prudente esperar a que pasen las elecciones", remarcó.

De hecho, esta cuestión fue puesta sobre la mesa en una reunión técnica mantenida por ambas instituciones en la Semana Santa del año pasado, en la que, según informaron fuentes cercanas al encuentro, fue el Consistorio el que planteó hacerse con la propiedad del terreno a cambio de incrementar el techo edificable del actual plan especial para que la Autoridad Portuaria pueda impulsar proyectos como el hotel junto al dique de Levante.

El equipo de gobierno que resulte del paso por las urnas será con el que el dirigente portuario se siente para analizar posibles alternativas a los proyectos puestos sobre la mesa desde hace años. Aunque Plata eludió entrar en más detalles sobre los terrenos del Auditorio, fuentes de la institución sí señalaron que en su momento se planteó al Consistorio la compra del mismo, sin que existiese una respuesta afirmativa. No parece que la posición del actual alcalde, Francisco de la Torre, sea la de gastar dinero público en un terreno que, a su juicio, ha de ser cedido por el Puerto para el equipamiento cultural.

El escollo con el que se ha topado el regidor es que el proyecto se encuentra encallado y sin garantías de salir a flote casi siete años después de que se pusiesen las bases del mismo. Ejemplo de la escasa convicción por parte de las administraciones que integraban el consorcio creado para su impulso es que el propio Gobierno central acordó la disolución del mismo en mayo del año pasado. Frente a este movimiento, el regidor del PP insiste en mantener viva la iniciativa.

Frente a la posición municipal la del Puerto. "Estamos es viendo qué posibilidades tiene ese espacio para que sea lo más útil posible a la ciudad y al puerto, que necesita rentabilizar cada metro cuadrado de la superficie que tiene". En este sentido, Plata abogó por sentarse "con el futuro Ayuntamiento para reflexionar conjuntamente sobre este asunto y ver de qué manera se pueden satisfacer las expectativas de ambos".

Si bien eludió hablar de usos alternativos, que legalmente incluirían el residencial, el presidente de la institución portuaria incidió en la necesidad de que la solución que se adopte debe cumplir varias "condiciones: tiene que ser útil para la ciudad; tiene que tener uso los 365 días del año, y es una superficie muy valiosa, al estar en las cercanías de la estación del AVE; una de las salidas de Madrid al mar tiene que ser Málaga". Una de las opciones que en su momento se manejó era la de incrementar los usos comerciales vinculados al futuro puerto deportivo de San Andrés, cuya construcción y explotación, tras el fracaso inicial, volverá a ser objeto de un concurso público a lo largo de este año nuevo.

Otro asunto que Plata quiere abordar con el Ejecutivo local que salga de las urnas es el del complejo de oficinas de Muelle Heredia. "Es un proyecto que hay que fragmentar", dijo el dirigente portuario, para el que ejecutarlo de una sola vez "es imposible". "Habría que hacer una serie de trámites que nos permitan diferenciar determinados espacios sobre los que actuar; desarrollar toda la pieza, de unos 400 metros de longitud, es complicado", incidió.

Su reacción toma como base el fracaso de la licitación que la institución lanzó en abril de 2011 para la construcción y explotación de un gran centro de negocios, con 26.500 metros cuadrados de techo para uso terciario. Sin embargo, la iniciativa, retomada tras una largo y completo trámite administrativo, quedó en el dique seco ante la ausencia de ofertas por parte de empresas privadas.