Málaga

El barco en el que se apresaron 15.300 kilos de hachís huye del puerto

  • Aprovechando la salida nocturna de 'Melillero', el pasado 29 de diciembre el 'Santa Maria' dejaba de forma ilegal su atraque en el muelle de la desembocadura del río

A las 23:17 del lunes 29 de diciembre, el buque Santa Maria abandonaba de forma ilegal las aguas del puerto. Este barco, en el que se apresaron 15.300 kilos de hachís y que permanecía amarrado en el muelle de la desembocadura del río desde el 10 de mayo, aprovechaba la salida nocturna del Melillero para darse a la fuga tras una larga estancia en Málaga.

Minutos después de que el ferry Sorolla cumplimentara su maniobra de desatraque para iniciar su navegación con destino a Melilla, a bordo del Santa Maria comenzaban los sigilosos movimientos para su escapada. Tras verificar que la patrulla de la Policía Portuaria ya había hecho su ronda por el muelle donde estaban atracados, la tripulación del mercante con la ayuda de dos personas que se encontraban a pie de muelle (se supone que estas dos personas eran las mismas que estaban contratadas para la limpieza del barco), comenzaban a cortar las amarras del buque, dejando sólo una estacha a proa y otra a popa. Liberado de la gran mayoría de los cabos que lo mantenían fijado a tierra, el amarre de popa era liberado, y el mercante comenzaba a despegarse del atraque por el efecto del viento. Perpendicular al muelle, el Santa Maria largaba su estacha de proa. Libre de cabos, a las 23:21, el buque embocaba la salida del río sin ningún tipo de luz a bordo.

Alertada la Policía Portuaria de la fuga, y ya con el mercante en la bahía, se informaba a Capitanía Marítima del hecho; una circunstancia que ponía en marcha las gestiones para considerar al barco abanderado en Tanzania como un buque ilegal.

Sin permisos ni documentos que le habiliten para navegar (el mercante aún no estaba formalmente autorizado para ello), y con una aviso de detención internacional ordenado por la Dirección General de Marina Mercante, el Santa Maria estaba localizado ayer según el sistema de identificación automática por satélite de buques en las inmediaciones de Orán, sin existir hasta la fecha noticias de su posible apresamiento.

Con supuestamente nueve tripulantes a bordo, los mismos estaban enrolados mientras el barco permaneció atracado en aguas malacitanas (además de su capitán que a la vez constaba como armador el buque contaba con ocho marineros de nacionalidades siria, maltesa y egipcia), el Santa Maria, para evitar una detención, tendrá que elegir muy cuidadosamente en qué puertos o bahías puede atracar o fondear; unos lugares donde no se cumplan las leyes marítimas internacionales que sancionan a barcos que navegan sin los documentos pertinentes.

Al respecto de la historia malagueña de este barco, el 17 de marzo de 2014, bajo el nombre Mayak y con bandera de Sierra Leona, el mercante atracaba en el muelle siete escoltado por el buque de operaciones especiales Fulmar del Servicio de Vigilancia Aduanera adscrito a la Agencia Tributaria. Un día antes, el barco era apresado a 52 milla al suroeste de la isla de Alborán y a 65 millas al sur de Málaga con 15.300 kilos de hachís estibados en fardos en la bodega de popa y la cubierta principal. Esta operación que se denominó Oriente, se llevó a cabo en colaboración con las autoridades aduaneras de Francia e Italia. Tras ser desembarcados sus ochos tripulantes de nacionalidad siria que eran detenidos, el barco quedaba en depósito judicial. Después de permanecer en prisión hasta el 11 de abril, la tripulación del Mayak, liberada el cumplimiento de las normativas de justicia universal, regresaba al barco el día 30 de ese mismo mes para recoger sus pertenencias. En aquella fecha, el mercante, que ya había estado atracado, además de en el muelle siete en el 3A3, permanecía amarrado en el muelle número cuatro.

Tras cambiar nuevamente de atraque y ser posicionado por necesidades de tráfico interno en el muelle situado en la margen izquierda del río Gualadmedina, el 29 de mayo, el Mayak era liberado del depósito judicial y considerado a efectos portuarios como un buque inactivo; un hecho que contrasta con la orden del Tribunal Supremo de agosto en la que se anulaba el archivo del procesamiento dictado por la Audiencia Nacional que permitió liberar a los ocho sirios detenidos a bordo del barco cargado con droga.

Comprado por un armador sirio y rebautizado como Santa Maria con bandera de Tanzania, ocho nuevos tripulantes embarcaban en el mercante para preparar su salida. Con la previsión de una pronta marcha, una información anónima alertaba a finales de noviembre a la Policía Portuaria de que el buque tenía la intención de dejar ilegalmente las aguas del puerto; un hecho que redobló significativamente su vigilancia y que facilitó la pronta asistencia en la madrugada del 13 de diciembre cuando a bordo del carguero se producía un incendio.

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