Ante el aplauso y la ovación de casi mil personas, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, entró ayer en uno de los salones del hotel NH de capital para apoyar al candidato del partido a la presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Marín. Convencido de que el proyecto del partido para España empezará por Andalucía, donde las encuestas le dan entre 5 y 6 escaños, Rivera consideró esencial "recuperar la confianza" de los ciudadanos en la política y en las instituciones. "No queremos gestionar y repartir miseria, lo que queremos es que España vuelva a ser de la clase trabajadora", aseguró. Pero lejos de "aspirar a la lucha de clases del siglo XIX", lo que Rivera propone es "luchar por la clase media trabajadora, que es la que ha sufrido la crisis, la que ha pagado la fiesta de algunos; la que en su mochila está aguantando el peso".

El líder de Ciudadanos no prometió, sin embargo, empleo porque "sé que quien crea empleo se juega lo suyo para crearlo" y no es una cuestión que dependa de los gobiernos. "No me verán prometiendo empleo, porque son los empresarios los que lo hacen", concretó. De hecho, incidió en que estos momentos se crean puestos de trabajo "a pesar del presidente del Gobierno". Y se preguntó cómo en un sitio "con turismo, agricultura, pesca, patrimonio y gente maravillosa la tasa del paro alcanza el 35%". "Llámenme adivino -bromeó- pero algo no ha ido bien".

La necesidad de incrementar los impuestos también fue puesta sobre la mesa por Albert Rivera y su fórmula fue simple: "Incorporar a más ciudadanos al tejido productivo". Propuestas que forman parte de su programa económico, que consta, dijo, de seis ejes que se irán presentado próximamente. "Porque lo que hemos presentado es el primer eje", insistió ante las críticas vertidas en torno a la ausencia de un programa o el número de folios que contenía.

"Sois nuestra punta de lanza, vamos a meter el primer gol por Andalucía", jaleó ante los asistentes, volcados con un discurso que al menos en el tono y el timbre de voz difiere del de otros partidos mayoritarios.

La corrupción política la tildó de un problema nacional como en su día fue el terrorismo, sobre el que hay que ponerse de acuerdo y luchar. Por eso, insistió como ya ha hecho en alguna otra ocasión en que el partido que mantenga imputados "no se moleste en levantar el teléfono" porque Ciudadanos "no será comparsa de nadie". En este sentido bromeó con la propuesta de "la presidenta sustituta de la Junta de Andalucía" de crear una oficina contra la corrupción", en la que dijo "sólo le ha faltado decir que nombrará como presidente a Manuel Chaves".

El candidato a la Junta de Andalucía, Juan Marín, que dijo estar "ilusionado y desbordado", incidió también en la lacra del desempleo y la corrupción, que copan las portadas de los periódicos y habló de las medidas enfocadas a "limpiar las administraciones". Marín no quiere que "nadie se quede en la cuneta", sino que todo el mundo tenga la oportunidad de "volver a incorporarse al sistema".