Las deudas de la Junta con Málaga

El nuevo Gobierno andaluz tiene muchos retos en la provincia. Deudas pendientes como despejar los interrogantes para la llegada del Metro al centro y al Civil, abrir el Hospital del Guadalhorce, acabar la ampliación del Costa del Sol o el nuevo edificio del comarcal de Ronda, construir 52 kilómetros de carril bici, acometer el fallido plan de las tecnocasas, aplicar la Lomce, acabar con las aulas prefabricadas, dotar de nuevos institutos a las zonas en expansión y responder a las reivindicaciones de más plazas para los conservatorios profesionales. Un largo listado que obliga a que los consejeros se pongan a trabajar sin mucha pausa para las vacaciones veraniegas.

La Consejería de Salud tiene mucho trabajo en Málaga. Pero por encima de todo destaca la apertura del Hospital del Guadalhorce. El centro sanitario de la comarca -la única de la provincia que carece de esta infraestructura- se anunció en 2005 después de fuertes movilizaciones que obligaron a la Administración autonómica a reconsiderar su negativa inicial a la obra. La promesa de la Junta era abrirlo a finales de 2008. El proyecto se fue dilatando y se aplazó su puesta en marcha. Tanto, que casi siete años después de la fecha de apertura anunciada todavía no está claro cuándo empezará a funcionar. El último compromiso de Consejería de Salud, ratificado luego por la presidenta andaluza, Susana Díaz, es que se abrirá por fases en 2015. Quedan seis meses y falta el contrato con Endesa para el suministro eléctrico provisional y aún no está hecho el vial de acceso al hospital. La Plataforma pro Hospital del Guadalhorce no descarta medidas de presión a la vuelta del verano porque teme que siga dilatándose su apertura. "Reclamamos que el nuevo consejero [Aquilino Alonso] asuma el compromiso de la presidenta y que lo ponga en marcha en 2015. Pero si nuestras reivindicaciones no son escuchadas, habrá que hablar el lenguaje de las movilizaciones", advirtió el portavoz de la coordinadora, Miguel Esteban.

El listado de proyectos pendientes en el ámbito sanitario es amplio. Desde que se inició la crisis, la Junta ha dicho que acabaría los centros iniciados. A saber -además del Hospital del Guadalhorce-: la ampliación del Costa del Sol y el nuevo edificio del comarcal de Ronda. Sobre el primero, ya está despejado el trámite administrativo para su reinicio después de que Salud, el Ayuntamiento de Marbella y la concesionaria desbloquearan el proyecto. Pero la obra lleva más de tres años paralizada y han pasado más de seis meses desde aquel acuerdo a tres bandas y continúa parada. Sobre el nuevo edificio del comarcal rondeño, la Administración autonómica tampoco compromete fechas de apertura.

Aparte quedan los proyectos anunciados a bombo y platillo que ni siquiera han empezado. Iniciativas que Salud reconoce que ha tenido que aplazar para "cuando haya disponibilidad presupuestaria". La Junta dice que no los ha echado en el olvido, pero cada día están más olvidados. El megahospital, los chare de Mijas y Estepona y el CARE de Torremolinos son los más importantes.

En el plano de personal, el nuevo consejero asume la patata caliente de los trabajadores eventuales que siguen contratados al 75%. Algunos sindicatos ya barajan manifestaciones para que la contratación de estos empleados se amplíe a la totalidad de la jornada. Así que entre las protestas laborales y la más que probable movilización de la Plataforma pro Hospital del Guadalhorce, el otoño -si no hay una apuesta clara por la provincia- se presenta más que caliente.

Otro frente para la Junta; el educativo. Con la formación para el empleo fuera de las competencias de su nueva consejería y los problemas de las escuelas de hostelería transferidos, Adelaida de la Calle podrá centrarse en la aplicación definitiva de una reforma educativa a la que ella se opuso desde la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas. La Lomce, que este curso inició su tímida andadura en los centros andaluces, llega el próximo curso a toda Primaria, Secundaria y primero de Bachillerato. Será el curso de la separación de las Ciencias Sociales y las Naturales, de la disminución de horas de Religión si los colegios así lo determinan, de las clases de 45 minutos, las reválidas y la elección más temprana del itinerario.

En Andalucía se ha luchado por mantener los principales pilares de la enseñanza pública -libros de texto y transporte gratuitos, bonificaciones de servicios escolares y becas- y es de suponer que la nueva consejera vaya en esa línea para garantizar "la igualdad de oportunidades para todos", como De la Calle resaltó tras hacerse público su nombramiento.

La nueva titular de Educación tendrá que velar para que la vida escolar de más de 300.000 alumnos desde los 3 años a Bachillerato, a los que hay que sumar la educación de adultos y el primer ciclo de Educación Infantil, se desarrolle con normalidad. Y eso no es del todo posible si faltan infraestructuras o las existentes están deterioradas. En Teatinos, Rincón de la Victoria, Benalmádena y Mijas la construcción de institutos es una necesidad y, por tanto, una reivindicación constante de los padres. No menos, el único colegio andaluz ubicado por completo en aulas prefabricadas y que lleva ya cinco cursos en Las Lagunas de Mijas sin edificio propio. La Plataforma Prometo de Teatinos pedirá el lunes una reunión con la consejera para demandar el instituto prometido.

Pero estas no son ni serán las únicas protestas de las familias a las que se tendrá que hacer frente en los próximos meses. También reclaman más plazas en los conservatorios profesionales y una cobertura de bajas del profesorado más eficaz en cualquiera de las etapas educativas. A los docentes, que exigen la devolución de la paga extra de diciembre de 2012, tendrá De la Calle que restaurar una estima tocada por los distintos recortes y medidas impulsadas por el ministro Wert, y los sindicatos esperan que las mesas sectoriales vuelvan a ser órganos de decisión, en los que se tenga en cuenta a la comunidad educativa para tomar decisiones que afectan al día a día dentro del aula. "Será una tarea dura pero gratificante", dijo la anterior rectora. Una labor en la que pondrá mucho trabajo y "responsabilidad". Y no le faltarán retos que asumir en esta nueva etapa.

Al nuevo consejero de Fomento, el jiennense Felipe López García, se le presenta un gran reto en cuanto a movilidad en la ciudad se refiere. Recién cumplido el noveno aniversario del Metro de Málaga desde que comenzaran los trabajos de construcción en la zona del Martín Carpena, son varios los interrogantes abiertos para su llegada al centro histórico, pendiente aún de las autorizaciones municipales, y al Hospital Materno Infantil, cuyo proyecto constructivo está en proceso de redacción.

La mayor duda es la que pesa sobre el recorrido en superficie al Civil. La ausencia o no de obstáculos en esta cuenta atrás dependerá mucho de la posición final del alcalde, Francisco de la Torre. Lo conocido hasta la fecha, por lo expresado a lo largo de la campaña electoral, es que no parece ser partidario de cumplir el compromiso que él personalmente firmó y que modificaba el modelo del Metro. Tanto es así que ha llegado a condicionar el favor municipal a la infraestructura en superficie a que los vecinos se pronuncien conforme a la misma. En caso contrario, el Consistorio se opondrá a la misma. Un planteamiento negativo en el que, a priori, parece contar con Ciudadanos, formación clave en este mandato municipal, y que aboga por suprimir este recorrido para optar por un trazado por el cauce del río Guadalmedina hasta Ciudad Jardín.

Fomento tiene también entre sus deberes la ejecución de la red de carriles bici a la que se comprometió con el convenio firmado con el Ayuntamiento en el mes de enero para el impulso del plan andaluz de la bicicleta. El compromiso supone la construcción de 69 kilómetros de nuevas plataformas en la urbe, 52 kilómetros desarrollados por la Administración regional, mientras que los 17 restantes competen a la Corporación municipal, que ya el año pasado incluyó un millón de euros en sus presupuestos. El proyecto está paralizado desde el momento en que se produjo el cambio en el Gobierno andaluz, con la salida de Izquierda Unida de Fomento.

El fallido plan de las tecnocasas, con el que tratar de revitalizar algunos de los barrios más degradados del entorno del centro histórico, es otra de las cuestiones que hereda el nuevo consejero. El alcalde de la capital le presentó el pasado mes noviembre a la Junta de Andalucía un listado de proyectos, a financiar vía fondos europeos, entre los que recuperaba parcialmente esta iniciativa con una petición de 8 millones para desarrollarlo.

El reto de la consejería de Empleo, que encabeza el malagueño José Sánchez Maldonado, es uno de los más obvios: reducir el paro. La provincia finalizó mayo con 185.229 personas en el desempleo y la tasa de paro está en torno al 30%, una de las más altas de Europa. Su mejora puede ir ligada al turismo, el sector clave para la provincia. Los empresarios le reclaman al nuevo consejero terminar el saneamiento integral, luchar contra la estacionalidad o regular las viviendas de uso turístico.