Málaga

Una terminal nueva, pero con goteras

  • Los problemas de estanqueidad han vuelto a afectar a la T3 tras las precipitaciones caídas ayer La zona de salidas se encharca cada vez que llueve con cierta intensidad

La juventud es una característica muy valorada, y cuando se trata de edificios de nueva construcción, suele generar expectativas. Si un inmueble es joven, los usuarios esperan que, como mínimo, las cosas funcionen. Hace cinco años que se inauguró la Terminal 3 del Aeropuerto Málaga-Costa del Sol, y la flamante edificación sigue teniendo una asignatura pendiente: las goteras. Cada vez que la lluvia ha superado el límite de la normalidad, el agua ha logrado acceder a la zona de salidas sin mucho problema. Ayer, con la tromba que causó varios desperfectos en la capital, la Terminal 3 volvió a suspender.

Las goteras afectaron sobre todo a la zona más al norte de la nueva terminal. Las bandejas y cubos en los que los objetos personales de los pasajeros cruzan el arco de seguridad ayer se convirtieron en improvisados recipientes para contener el agua. Las cintas que se emplean para acotar las filas de gente sirvieron para delimitar las zonas más afectadas, mientras que los carteles de "Cuidado, suelo resbaladizo" alertaban a los usuarios del peligro de un resbalón.

Un trabajador de un establecimiento de la terminal se quejaba: "Cada vez que llueve más de la cuenta, pasa esto" a lo que añadió que "desde las 10 de la mañana, cuando he entrado a trabajar, ya estaba todo encharcado". Dos turistas que se dirigían al arco de seguridad, comentaron justo después de bordear una de las zonas acordonadas lo "incómodo" de la situación: "¿Esto pasa siempre?", se preguntó la chica, a lo que su acompañante contestó: "Creo que no, es que aquí no llueve mucho". Y así es, la situación no va a más porque en Málaga, días como el de ayer no son muy habituales.

Un operario de limpieza se alegró al ver a los medios cerca del agua. Montado en un vehículo de limpieza, iba bordeando los charcos para tratar de quitar "lo más gordo". "Esto lleva pasando desde que abrió la terminal, y nadie se entera". Con cierto mal humor describió cómo les afecta este tipo de incidentes, ya que siempre tienen que "reforzar" las labores de limpieza.

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), adjudicó a la empresa Constructia Obras Ing SL la reparación de las cubiertas de la terminal, que es donde se encuentra el problema de permeabilización. El contrato se cerró por casi un millón de euros, destinados a solventar un fallo en una edificación que costó más de 300 millones. Fuentes de Aena explicaron ayer a este periódico que "el plazo de ejecución de las labores de reparación es de cinco meses". Comenzaron a finales de mayo, por lo que "todavía no se ha solucionado del todo". Según las mismas fuentes, el problema es que "ya se ha arreglado una parte, pero aun queda para que esté terminada". La intención inicial era que las obras comenzaran en marzo, aprovechando así los meses secos de verano para facilitar el trabajo.

"No es normal lo que ha llovido, ha habido problemas por todas partes". Así justifica Aena los problemas ocasionados por el agua dentro de la terminal nueva. "Las obras siguen su curso, mientras tanto solo podemos acotar las zonas afectadas, poner cubos para que no se desborde el agua y reforzar el personal operativo y de limpieza". Las mismas fuentes han aprovechado la ocasión para desvincular los desvíos que han sufrido 13 vuelos con destino a Málaga de las goteras: "Los aviones han cambiado de aeropuerto por las malas condiciones climatológicas y de visibilidad que había aquí".

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