Municipal

El Museo Picasso da marcha atrás y permitirá amamantar en sus salas de exposiciones

  • Una madre protestó por no poder amamantar a su bebé en la pinacoteca.

La queja de una madre a la que se le impidió amamantar a su bebé en una sala de exposiciones invitándola a hacerlo en la cafetería ha obligado al Museo Picasso a dar marcha atrás. El centro ha dictado instrucciones por escrito en las que autoriza la lactancia natural incluso en los espacios en los que se exponen obras de arte. "Fue una tremenda equivocación y pido disculpas por este hecho. No volverá a suceder", sostuvo la delegada de Cultura en Málaga, Monsalud Bautista.

Sandra Gutiérrez puso su reclamación el 5 de enero. El 27 de ese mes, el Museo Picasso contestó a su queja argumentando que la institución "tiene una rigurosa política de conservación que garantiza el cumplimiento de las condiciones impuestas por nuestros prestadores, gracias a los que podemos llevar a cabo exposiciones de alto nivel artístico y económico. Esas directrices tratan de evitar todos los riesgos posibles, por lo que no está permitido comer ni beber en las salas de exposición incluyendo a los bebés y niños pequeños. La cafetería y el jardín son los lugares dentro del museo en los que está permitido comer y beber". Aquella respuesta estaba firmada por el gerente, Guillermo Peiró.

El director artístico, José Lebreros, ha indicado que tras una encuesta entre responsables de distintos departamentos del museo se constató que no había una normativa escrita sobre lactancia en las salas de exposicones. Así que la institución ha dado instrucciones para permitirla en esas áreas "mientras respete la distancia a las obras" de arte. La delegada ha precisado que esa circular es de fecha 16 de febrero.

El caso de Sandra Gutiérrez es el quinto incidente de ese tipo del que tiene constancia la asociación Lactancia en Libertad en el Museo Picasso Málaga; aunque en solo dos de ellos se presentó reclamación. De hecho, estas restricciones motivaron una 'tetada popular' en junio pasado ante el edificio para reivindicar el derecho a dar de mamar en todo ese espacio. Hace más de un año, el IVAM de Valencia también rectificó por una queja similar.

El caso ocurrió cuando su bebé le pidió el pecho en mitad de la visita al Museo Picasso y ella no dudó en darle de mamar sentada en una de las sala de exposiciones. Sandra no pensó que hubiese ningún problema pero inmediatamente una vigilante de la pinacoteca le impidió seguir con la lactancia, lo que provocó que el niño de 13 meses se pusiera a llorar y tuvieran que abandonar el museo dejando el recorrido a la mitad. Este hecho, según informó ayer la Cadena Ser, motivó una carta de queja al centro malagueño. La protesta fue contestada por la pinacoteca explicándole que no se permite comer y beber en las salas donde se exhiben las obras de arte por motivos de conservación, una norma que el museo confirmó a la emisora.

"En la entrada nos avisaron de que si el bebé quería comer o beber nos tendríamos que ir a la cafetería, lo que no me supuso ningún problema porque no pensaba darle de comer allí dentro", relata esta madre a la Cadena Ser. "Pero cuando estábamos en una de las salas mi hijo me pidió teta. Me senté en un lugar cómodo y en seguida vino una vigilante y me dijo que eso no lo podía hacer allí, que había una norma que prohibía comer y beber. Nos tuvimos que ir, el peque estaba nervioso, llorando y tuve que abandonar el museo, me tuve que dejar la exposición a medias", agrega.

Desde la asociación Lactancia en Libertad han criticado este hecho y argumentado que en otros centros como la National Gallery de Londres está permitido dar de mamar en las salas de exposiciones.

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