El Ayuntamiento insiste en actuar sobre el río a pesar de la Junta

Ni las advertencias públicas realizadas por la Junta de Andalucía disuaden al alcalde, Francisco de la Torre, de su apuesta por actuar sobre el cauce urbano del río Guadalmedina. Una idea que dejó clara en el Pleno municipal celebrado ayer y en el que, como viene ocurriendo en los últimos meses, el debate sobre el futuro del río fue objeto nuevamente de controversia. "Todo lo que se haga en el río respetando los 600 metros cúbicos se puede hacer", concluyó el regidor, que avaló su afirmación con las conclusiones del informe emitido en su día por el organismo estatal Cedex.

Sin embargo, esta impresión está siendo puesta en duda en los últimos meses por la Consejería de Medio Ambiente, que admite dudas respecto al aporte real que hace los arroyos tributarios al cauce urbano. Esta circunstancia ha llevado a los responsables de la Administración regional a insistir en la necesidad de elaborar un plan hidráulico específico para el Guadalmedina, en el que se estudien todos los detalles relativos a los arroyos, posibles actuaciones de regeneración forestal...

A pesar de este planteamiento, De la Torre defendió que se siga adelante con la redacción del plan especial del río, impulsado días atrás por la Gerencia de Urbanismo. Algo que fue cuestionado por varios de los grupos de la oposición, al entender que podría generarse un conflicto entre ambos documentos.

"Caben soluciones en el río", incidió De la Torre, que abogó por desarrollar un parque fluvial en la parte alta del cauce y por la ejecución de los denominados puentes plaza en la parte intermedia. "No tengo empeño en que se embovede, pero sí cabe bajar los muros y acercar las aceras y conectarlas con espacios de convivencia", aseveró. Justamente, la opción manejada por la Fundación Ciedes de rebajar el lecho del río en este tramo medio para poder eliminar los muros laterales ha sido objeto de pronunciamientos verbales negativos por parte de la Junta, que rechaza cualquier afección sobre el lecho del río.

En este escenario, el alcalde volvió a criticar a la Junta por "poner palos en las ruedas" en este asunto y por seguir sin firmar el protocolo de intenciones que ha de permitir avanzar en este proyecto. "Si no se firma nos desanima a todos, porque la autoridad hidráulica está en la Junta, para bien o para mal; hagamos cosas, no nos quedemos parados, no nos sintamos frenados", agregó.

El concejal del PSOE Daniel Pérez, que avaló que se inste a la Junta a firmar el documento marco, cuestionó, sin embargo, la idea del alcalde de seguir adelante con el plan especial. "Es un río no la avenida del Guadalmedina", dijo, pidiendo a De la Torre que se hagan las cosas bien y que no se cometa el mismo error que con el Campamento Benítez, donde se impulsaron las primeras actuaciones sin tener aprobado el plan especial para el sector.

Ysabel Torralbo, portavoz de Málaga Ahora, coincidió en denunciar el "lento" y "entorpecedor" papel de la Junta en este asunto, si bien estimó que "la visión del Ayuntamiento tampoco ha ayudado a alcanzar un consenso". "El plan especial no puede ir desligado de un plan general director que vea el río de manera más amplia", afirmó. Las críticas a la Junta fueron compartidas también por Ciudadanos y por Málaga para la Gente.

El portavoz de Ciudadanos en la Casona del Parque, Juan Cassá, denunció la constante "lucha" que mantienen la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga en los grandes proyectos de ciudad. "Las viejas peleas entre rojos y azules están pasadas y muy vistas pero esto es un claro ejemplo", dijo en alusión a lo que viene ocurriendo con el río Guadalmedina. "Hay una relación institucional que está podrida", apostilló, por lo que reclamó "un gran pacto por Málaga". "Siéntese con Susana Díaz", espetó a De la Torre, al que instó a tender "la mano; que no llevemos el Metro al Civil al juzgado; que nos pongamos a desatascar las cosas".

La "pataleta" de C's con Limasa

El Pleno aprobó por unanimidad que el futuro del servicio de limpieza esté decidido "lo antes posible", así como descartar, "salvo por motivos justificados", la prórroga del actual contrato. Pero no todo fue acuerdo, ya que el concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, consideró "un órdago, una pataleta", de Ciudadanos que diga que se decanta por privatizar, siempre que sea dividiendo el contrato en sectores, pero que añade que, de no ser así, apoyaría la municipalización. "O me das lo que pido o me voy con ellos", añadió el edil del PP, en referencia a los grupos de izquierda, PSOE, Málaga Ahora e IU-Málaga para la Gente, que defienden que el servicio de limpieza esté gestionado por una sociedad con capital cien por cien público. Otro de los puntos en los que todos los grupos estuvieron de acuerdo fue en exigir a los socios privados de Limasa (51% del accionariado) que justifiquen el destino de los 24 millones de euros en concepto de canon de asistencia técnica. El portavoz de C's, Juan Cassá, criticó al PP por "esconder la cabeza y no tener la valentía de tomar una determinación" en este asunto.