La gran metamorfosis del aeropuerto en una década

En solo 10 años el aeropuerto ha triplicado su superficie, tiene dos millones más de pasajeros y hay nuevas aerolíneas y destinos líderes

Ángel Recio

16 de mayo 2016 - 08:19

El aeropuerto de Málaga de hace diez años no se parece prácticamente en nada al actual. Es una distancia temporal relativamente corta, pero ha cambiado todo. Desde las infraestructuras hasta las compañías líderes o los destinos más demandados por los turistas. Hasta el nombre es distinto, después de que se le incluyera la marca Costa del Sol para fortalecer su imagen turística. Una pequeña muestra de esta metamorfosis es que hace diez años la compañía estrella en el aeropuerto malagueño era Iberia, la gran línea tradicional española. Hoy en día, la enseña con la que presumía un país entero está en horas bajas, fusionada con British Airways y ni siquiera aparece entre las 15 primeras compañías en Málaga. La han engullido las líneas de bajo coste, un modelo en el que el rey indiscutible es la irlandesa Ryanair. Esta firma, encabezada por el excéntrico Michael O´Leary -dio una rueda de prensa en Málaga en diciembre de 2009 disfrazado de Papá Noel y haciendo gestos soeces con las fotografías de azafatas de un calendario de su compañía, entre otras presentaciones llamativas-, era prácticamente desconocida en el aeropuerto malagueño hace apenas una década y ahora es líder absoluto al contar con medio centenar de rutas directas y mover a uno de cada cinco pasajeros en esta instalación. El año pasado transportó a tres millones de personas y ya han anunciado que en 2016 quieren alcanzar los cuatro millones. Aterrizaron en Málaga en 2003, pero su gran expansión se produjo en 2010 al abrir una base en este aeródromo.

El cambio, pues, ha sido destacable. De la tradicional Iberia a la peculiar Ryanair. Pero no se queda ahí porque hace 10 años la tercera compañía más importante en Málaga era la ahora desaparecida Spanair y en los puestos cuarto y quinto estaban Monarch y Air Berlin. La única que se ha mantenido contra carros y carretas en la segunda plaza en toda una década ha sido Easyjet. Han entrado nuevos actores en juego y los que parten el bacalao en Málaga son ahora, además de Ryanair y Easyjet, Vueling, Norwegian y Air Europa. Entre estas cinco empresas mueven el 55% de los pasajeros totales.

La irrupción de nuevas líneas ha traído consigo la apertura de numerosas rutas entre Málaga y ciudades europeas que hace diez años eran impensables o tenían poca fuerza. El poderío de Iberia provocaba que el destino más importante en el año 2005 fuera Madrid, con 1,4 millones de pasajeros. La inauguración del tren de alta velocidad en diciembre de 2007 supuso un varapalo para la conexión aérea con la capital española, pues miles de personas cambiaron el avión por el tren. En estos momentos, Madrid es el décimo destino y en 2015 apenas alcanzó los 318.463 viajeros.

El aeropuerto londinense de Gatwick ha pasado a ser el que acapara más pasajeros, aunque ya ocupaba la segunda posición diez años atrás. En ese top cinco se han conseguido mantener Barcelona y Manchester, mientras que han ganado enteros Dublín y Bruselas.

No obstante, dos de los grandes hitos que han acontecido en el aeropuerto de Málaga en estos diez años han sido las conexiones directas con Estados Unidos y con Oriente, vía Nueva York y Estambul. La aerolínea estadounidense Delta Airlines apostó por abrir una ruta entre Málaga y Nueva York en junio de 2008 con tres viajes semanales al ver una demanda turística importante en las dos orillas. Desde entonces, la compañía norteamericana ha ratificado año tras año este enlace aumentando incluso las frecuencias. Su volumen total de viajeros no es demasiado llamativo -en 2015 tuvo 28.714 usuarios- porque solo opera los meses de verano. Tanto las administraciones como los empresarios de la Costa del Sol llevan años solicitando que Delta amplíe su conexión directa con Málaga a todo el año para, entre otras cosas, reducir la estacionalidad turística, pero ocho años después no ha habido cambios en este sentido.

Otra de las grandes compañías que han visto negocio en Málaga es Turkish Airlines, que empezó a operar en la Costa del Sol en el año 2011 con enlaces directos con Estambul. Sus dirigentes han mostrado su satisfacción por los resultados obtenidos a lo largo de estos años y van fortaleciendo su presencia. El año pasado ya movieron a 111.606 personas en todo el ejercicio, un volumen considerable teniendo en cuenta que solo van a un destino. También se puede volar a Canadá con Air Transat o a Rusia con Aeroflot y Siberia Airlines.

Las compañías hacen miles de cuentas antes de decidirse a abrir nuevas rutas entre aeropuertos. Analizan la demanda potencial, los costes y ven si es rentable o no. La Costa del Sol es un destino turístico puntero en Europa que atrae a diez millones de turistas al año, por lo que siempre es atractivo. Pero la llegada de nuevas compañías o el fortalecimiento de muchas de las que estaban presentes va directamente relacionada con la nueva fisonomía del aeropuerto, lo que ha supuesto una de las principales causas de esa metamorfosis. Hace diez años el aeródromo contaba con dos terminales y una pista y, hoy en día, posee tres terminales y dos pistas, lo que le permite atraer a más aviones y movilizar a un mayor número de pasajeros en menos tiempo.

A vista de pájaro se puede apreciar la diferencia, como se observa en las fotografías que acompañan a este reportaje. Se ha realizado una obra faraónica que ha permitido triplicar la superficie del aeropuerto, hasta alcanzar los 385.000 metros cuadrados, y se ha duplicado el número de mostradores de facturación hasta los 180, se han creado 20 nuevas puertas de embarque, hasta alcanzar 48, y se ha triplicado el número de aparcamientos hasta 3.700 plazas. La terminal 3, diseñada por el arquitecto Bruce S. Fairbanks, le permite al aeropuerto tener la suficiente capacidad para albergar hasta 30 millones de pasajeros al año, el doble que el actual, por lo que el colchón es suficiente. Fue inaugurada el 15 de marzo de 2010 y, curiosidades de la vida, ya han cambiado de puesto la mayoría de los políticos y representantes institucionales que lo presidieron. Empezando por Don Juan Carlos y Doña Sofía, que vinieron como Reyes de España y ahora lo es su hijo Felipe, siguiendo por el ex ministro socialista José Blanco o el ex presidente de la Junta José Antonio Griñán. El primer vuelo que partió de la T3 fue uno de la extinta Spanair a Barcelona.

La segunda gran infraestructura que ha cambiado al aeropuerto es la segunda pista, que fue inaugurada en junio de 2012. Permite duplicar el número de vuelos que entren o salgan del aeropuerto, pasando de 37 a 65 a la hora. Por ahora solo se está utilizando en los momentos en los que hay una mayor demanda, principalmente en la temporada de verano. Entre la terminal 3, la segunda pista y otra serie de actuaciones, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) ha invertido 1.800 millones de euros que permitieron esa completa renovación y, de la mano, el aumento de aerolíneas, vuelos y pasajeros.

El aeropuerto se ha convertido en una auténtica ciudad. De hecho, trabajan allí diariamente 6.000 personas, superando el número de residentes de muchos municipios malagueños. Tras una década de cambio profundo, ahora toca amortizar las inversiones realizadas y seguir incrementando el número de compañías y rutas. Sobre el horizonte, el reto es crear enlaces directos con Latinoamérica, China o el sudeste asiático. Paso a paso.

stats