Cultura rechaza llevar al futuro parque los restos arqueológicos de Martiricos
Y Urbanismo no ve situar el parking afectado en la primera planta del bloque de VPO
El reto que tienen ante sí los arquitectos de la promotora Medina-Espacio y los técnicos de la Gerencia de Urbanismo para mantener vivo la primera de las fases del proyecto residencial de Martiricos se antoja complejo. La aparición meses atrás de restos arqueológicos en el subsuelo de la parcela sobre la que antiguamente se asentó la planta de Citesa ha complicado sobremanera el desarrollo de las primeras ochenta viviendas de protección oficial en un sector en el que también se prevén otras 144 pisos sociales, un parque y dos grandes torres de 30 plantas.
La ecuación gana en dificultad, como ya adelantó Málaga Hoy la pasada semana, ante la exigencia por parte de la Consejería de Cultura de que los hallazgos, una industria alfarera de la época romana, con dos hornos de alfarería y un habitáculo para almacenar las piezas de cerámica que se fabricaban, sean mantenidos en su actual localización. Esta circunstancia, de mantenerse inalterable, tocaría de lleno la construcción de las plantas de aparcamiento previstas en el proyecto original. En este escenario, desde hace varias semanas la empresa y la Gerencia de Urbanismo tratan de hallar un camino por el que llevar la promoción sin que se vea seriamente mermada.
Sin embargo, las opciones manejadas hasta el momento tampoco parecen encontrar una salida satisfactoria para todos los actores implicados. Según confirmó el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, una de las alternativas que se vienen analizando pasa por trasladar los restos encontrados bajo tierra y depositarlos en el futuro parque del sector, al objeto de que puedan ser visualizados por todos los vecinos del entorno. "Pero verbalmente la Junta nos ha dicho que no", precisó el edil del PP.
La proposición fue trasladada, según el edil, por la jefa del Departamento de Arqueología de Urbanismo, Carmen Peral, a los técnicos de Cultura de la Junta, acercamiento que se topó con una primera negativa. "Nuestra jefa de Arqueología ha propuesto sacar los restos. Dejarlos ahí para enterrarlos no sirve para nada y a la empresa le afecta mucho en la primera planta de aparcamientos", insistió Pomares, que abogó por, en la medida de lo posible, hacer visible el hallazgo para que "lo disfruten todos los malagueños". "Verbalmente nos dicen que no; no me voy a rendir", añadió. En cualquier caso, como el propio concejal señala, la última palabra la tiene Cultura.
Otra de las soluciones puesta sobre la mesa, en este caso por la impulsora del proyecto, supondría elevar la ubicación de las plazas de aparcamiento que se verían afectadas por la necesidad de conservar los restos a la primera de las plantas del nuevo edificio. "Eso no me gusta, pero no lo hemos cerrado", confesó el concejal de Ordenación del Territorio, que señaló que en este asunto son los técnicos "los que mandan". Esta vía obligaría con casi toda seguridad a modificar el planeamiento, proceso que requeriría de casi un año de trámites.
El escollo que está suponiendo la aparición de los restos arqueológicos parece que no afectará al resto de la promoción de VPO, al localizarse en unos terrenos que en principio se creen libres de los mismos. Al tiempo, la ubicación prevista para las dos grandes torres se localiza sobre suelos ganados al río, con lo que tampoco se cree que se topen con hallazgos de esta dimensión.
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