Las obras del Metro de Málaga, infraestructura que impulsa la Junta de Andalucía, en el centro histórico de la capital, han alcanzado su punta de empleabilidad con más de 200 trabajadores. Según indicaron ayer desde el Gobierno andaluz, dichas obras "arrojan ya un ritmo notable de producción", que se refleja en el tramo que discurre por el centro histórico, entre Guadalmedina y Atarazanas, con la mayor cota de generación de puestos de trabajos desde su inicio, en mayo del presente año.

La construcción de este tramo, de casi 300 metros de longitud lineal, por parte de la UTE Atarazanas, genera en la actualidad un total de 130 puestos de trabajos directos, entre personal de contratas, asistencias técnicas y laboratorios. Sumando los empleos indirectos, es decir, el generado por las empresas proveedoras y suministradoras de materiales que trabajan para la constructora, el número de puestos de trabajo supera ya los 227 trabajadores, señalaron.

Esta intensificación de la producción y, en consecuencia, de la empleabilidad obedece a que, han explicado, desde el pasado agosto se simultanean ya los dos principales tajos de este tramo subterráneo. Es decir, de un lado la construcción del túnel bajo el lateral norte de la Alameda Principal, a través del sistema constructivo de muros-pantalla, y, por otra parte, todo el operativo para la demolición del tablero norte del Puente de Tetuán, una actuación singular que se desarrollará hasta noviembre, y que precederá a la ejecución del túnel bajo el lecho del río Guadalmedina. Las labores de demolición del tablero norte del puente se han iniciado en los vanos centrales, es decir, los tableros que se sitúan sobre el lecho del río. Una vez demolidos estos tramos del tablero se quitará también la pila central. Esta actuación en el puente precisa de un importante operativo para su materialización. Para estas obras se utiliza maquinaria propia de demolición de elementos estructurales, como una máquina de corte con disco de diamante para la demolición del tablero; otras máquinas similares para el resto de elementos estructurales, y excavadoras hidráulicas para la demolición del hormigón utilizando martillos demoledores y cizallas.

Las obras de infraestructura, superestructura de vía y urbanización del tramo Guadalmedina-Atarazanas tienen un presupuesto de 28 millones de euros y un plazo de 28 meses.