Cerrado el periodo vacacional, se retoma el conflicto del Metro de Málaga. Y lo hace con las espadas en todo lo alto, sin que ninguno de los dos actores institucionales, la Junta de Andalucía, por un lado; el Ayuntamiento, por otro, muestren ni siquiera la intención de modificar sus posiciones de partida. Si el alcalde, Francisco de la Torre, viene insistiendo durante el verano en su rechazo al trazado en superficie, apostando por una alternativa en forma de autobús, el consejero de Fomento, Felipe López, ratifica la decisión de la Administración regional de mantener intacta su voluntad de ir adelante con la obra conforme a lo pactado a finales de 2013.

Tal es la contudencia en la que se reafirma el consejero que ayer puso como límite para solventar el asunto finales del próximo mes de octubre. Antes de esa fecha, López informó de que convocará una reunión de la comisión mixta, el máximo órgano responsable de la gestión del Metro, para, junto al Consistorio, tomar una decisión final sobre la hoja de ruta del proyecto. "No tengo inconveniente en seguir hablando pero se tienen que preservar los intereses generales de los ciudadanos y para la Junta ese interés pasa por terminar el proyecto tal cual está concebido", afirmó.

En ese encuentro, avanzó el titular de Fomento, "voy a trasladarle al alcalde que si no hay ninguna posibilidad utilizaremos la Ley Ferroviaria de Andalucía e iremos al Consejo de Gobierno para declarar el interés metropolitano del proyecto, con el fin de intentar terminarlo tal y como estaba concebido". Ello, de facto, permitirá a la Junta esquivar los reparos que fija el Consistorio al trazado por no estar dibujado en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), así como ir adelante con el proyecto sin necesidad de disponer de las licencias municipales.

Sin embargo, ello no despeja de manera cierta el avance de una obra que siempre requeriría de las autorizaciones en materia de tráfico, así como de la ordenación precisa por parte de la Policía Local. López incidió en que el propósito es que el suburbano esté culminado en su totalidad, incluyendo la llegada al Civil, en verano de 2018. Una cuenta atrás que obliga a decidir "la solución definitiva no más allá del trimestre final del año".

Frente a las tesis municipales, que defiende la sustitución del Metro en superficie por una línea de autobús, López volvió a cuestionar el planteamiento de De la Torre y a subrayar que el mismo no encaja en el escenario actual. De hecho, aseveró que se trata de una propuesta que "no respeta" los intereses de los ciudadanos, "porque el que viene de Carretera de Cádiz al Civil no va a tardar 8 minutos, sino 20; no tiene encaje en el sistema de explotación; y no es eficiente desde el punto de vista económico". "El proyecto conecta los distritos más poblados de la ciudad y no se puede castrar cercenando las oportunidad que representa que los ciudadanos puedan ir de un sitio a otro de la ciudad en tiempos más reducidos", añadió.

De otro lado, ayer la concesionaria del Metro, informó de las actividades que llevará a cabo dentro de la Semana Europea de la Movilidad, entre el 16 y el 22 de este mes, incluyendo un concurso de dibujo infantil y visitas guiadas a sus instalaciones. Las actividades buscan concienciar de la importancia de la utilización del transporte público y la bicicleta como alternativas al uso del vehículo privado.