La urbanización de Colinas del Limonar alcanza el 70% de ejecución

Las máquinas vuelven a rugir en Colinas del Limonar. La actividad regresó hace ya varios meses a la que, una década atrás, fue bautizada como la que iba a ser la promoción más cara de la capital de la Costa del Sol. El movimiento continuo es un hecho desde que la Junta de Compensación del sector retomó las obras de urbanización de una parcela de 617.000 metros cuadrados de superficie y en los que se permite la construcción de más de un millar de viviendas. De acuerdo con los datos aportados por Unicaja, que preside la citada junta de compensación a través de la sociedad Grupo de Inmuebles Adquiridos (GIA), la labor roza ya el 70%. Los costes estimados para la terminación de esta parte de la infraestructura pueden rondar los 29 millones de euros.

La estampa actual poco tiene que ver con la existente antes de que la mano de las promotoras se posase sobre este espacio. De las colinas del antaño ya queda nada en el marco de una intervención criticada abiertamente por grupos ecologistas y que trae consigo el movimiento de unos 3,1 millones de toneladas de tierra, así como el embovedado de los tres arroyos que pasan por la zona: Toquero, Tassara y el Mayorazgo.

Una de las particularidades de esta promoción, afectada de lleno por la crisis económica y la quiebra de la que fue su principal impulsora, Noriega, es que incluye entre sus propietarios a un buen número de entidades financieras. Las mismas han acabado por recoger los aprovechamientos que no pudieron desarrollar varias empresas promotoras, incapaces de ir adelante con una operación millonaria. Buen ejemplo de ello es que la participación de Noriega quedó parcialmente repartida entre Unicaja y otros bancos.

Desde la entidad malagueña destacaron el avance en las actuaciones e informaron que la previsión que maneja GIA es que en los próximos meses pueda iniciarse la "precomercialización de viviendas" en parte de los suelos que tiene en su posesión. En concreto, aludieron a que podría verse afectados unos 24.000 metros de techo de uso residencial, aunque la puesta en carga de los mismos se harán en diferentes fases. Otras fuentes próximas al proyecto apuntaron que del total de edificabilidad, a Unicaja le puede corresponder casi la mitad de todo el sector.

Estas mismas fuentes aludieron a que entre otras las firmas que tienen parte de la propiedad están, además de Unicaja, el Banco Popular, a través de su filial inmobiliaria, Aliseda; el BBVA, con Anida; Cajasur, y Banca March, entre otros. Un pequeño porcentaje se lo reparten varios socios minoritarios. Y a ellos se suma el Ayuntamiento de la ciudad, al que le corresponde el 10% del aprovechamiento.

El proyecto incluye una edificabilidad total de 137.300 metros cuadrados, de los que la mayoría, 117.220 son de carácter residencial. A ello hay que añadir la reserva de 130.000 metros cuadrados para viales, casi 200.000 para zonas verdes y áreas libres, y unos 25.000 metros de equipamientos. Entre las vicisitudes por las que ha atravesado esta intervención se incluyen la modificación del plan edificatorio inicial, provocando la disminución del suelo destinado a viviendas unifamiliares y ampliando el espacio previsto para plurifamiliares.

Este proyecto ya fue objeto de una importante modificación en el tipo de edificación que se levantará sobre el terreno. Si de alrededor de un millar de casas proyectado se iba a reservar un 65% a plurifamiliar y un 35% a unifamiliar, los promotores acabaron por variar los porcentajes y elevaron hasta un 71% el parámetro previsto para plurifamiliar, "por haberse demostrado mejoras en la ordenación en la extensión de esta ordenanza hasta ese valor".