Sobrevivir rebuscando en los contenedores
Vecinos de Antequera se quejan de una práctica que cada vez se extiende más por las dificultades económicas
¿Qué conduce a una persona a rebuscar en los contenedores de basura? Necesidad, enfermedad o curiosidad. En la ciudad de Antequera, se dan estos tres tipos de casos. Sin embargo, estas personas rechazan, en la mayoría de los casos, la ayuda que les ofrecen para no tener que malvivir. Es más, pelean con los trabajadores que recogen la basura cada día para conseguir los alimentos que tiran los supermercados por estar caducados o estropeados. Las zonas más conflictivas son las puertas de los supermercados Dani y Lidl, porque los contenedores están al descubierto, aunque en alguna ocasión han acudido a Mercadona, a la espera de que abran la verja que guarda el contenedor y se abalanzan segundos antes de que el camión de la basura lo recoja. "Esperan a que cierren los establecimientos y rebuscan antes de que llegue el camión de la basura. En varias ocasiones han agredido a los trabajadores y se ha llamado a la Policía. Hay personas muy violentas y no les importa pegar a quién sea necesario", indicó la concejal de la empresa municipal Aguas del Torcal, Carmen Rosa Torres.
Los vecinos se quejan de esta situación que se alarga desde hace varios años. "Lo dejan todo muy sucio y huele muy mal toda la noche, porque van tirando al suelo lo que no quieren y continúan buscando hasta dejar el contenedor vacío. Es cierto que en otras partes de la ciudad, hay personas que rebuscan en los contenedores para ver si hay ropa u otros objetos y luego vuelven a dejar la basura en su sitio, pero la mayoría no es así", señaló Gloria González, una vecina de la Avenida de la Legión.
Torres señaló que los trabajadores que recogen la basura no son barrenderos, así que llaman al servicio de limpieza y se retira a partir de las 8 de la mañana, pero si lo han dejado muy sucio, se recoge esa misma noche.
Hay casos de desarraigados, aunque estos son más aislados, como el de una persona que estuvo varios días recogiendo basura de los contenedores y luego la esparcía por los cuartos de baño de la estación de autobuses. "Pensamos que tiraba la basura porque había discutido con el vigilante del edificio o el chofer de algún autobús", apuntó Torres.
La mayoría de la gente que acude a los contenedores son inmigrantes, muchos de ellos van en grupo, aunque otros son personas mayores de la ciudad de Antequera de clase media. Este año, la Concejalía de Asuntos Sociales ha realizado tres limpiezas de choque correspondientes a personas con síndrome de Diógenes. "Siempre que nos hemos acercado para ofrecerle ayuda a cualquier persona que vemos buscando en los contenedores, nos dicen que no necesitan ni quieren cobertura social, y no sabemos cómo viven y si tienen menores a su cargo. A algunos se les ofrece trabajo y no lo aprovechan. Quieren esa forma de vida, como los transeúntes habituales que aseguran no querer una vivienda porque su techo son las estrellas", explicó la concejal de Asuntos Sociales, Loli García.
En Antequera viven un total de 2.746 inmigrantes, en su mayoría brasileños y rumanos. Desde Servicios Sociales se ha prestado servicios a 610 personas. En los últimos meses se han gestionado nueve retornos voluntarios debido al agravamiento de la crisis económica que ha variado las condiciones en España para ellos.
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