"El único enemigo natural que tiene el picudo rojo en el mediterráneo es el hombre". Con esta frase lapidaria el ciudadano italiano Olide Zingale comienza a detallar el invento que ha ideado para acabar con el insecto que está devorando sin compasión buena parte de las palmeras españolas desde hace ya unos años, y que esta semana le ha valido un reconocimiento de la Consejería de Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía.

Afincado en la localidad de Marbella desde el año 1993, Zingale comenzó a darle vueltas a la cabeza cuando descubrió que una de las palmeras de su jardín amaneció una mañana gravemente enferma por la visita de este insecto procedente de Egipto. Estupefacto porque había aplicado con anterioridad varios tratamientos para prevenirlas de plagas, este emprendedor de 61 años terminó cayendo en la cuenta de que la solución estaba en actuar directamente en la copa de los ejemplares antes de que los picudos decidiesen asentarse en ellos. Si el temible Rhynchophorus ferrugineus, nombre científico del insecto, se encapricha del árbol es más que "complicado" recuperarlo, apunta este italiano que posee una pizzería en Fuengirola.

Por este motivo desarrolló una espiral de metal que se instala en el cogollo de la palmera sana para aplicarle de forma directa y preventiva el insecticida que repele a estos malvados voladores. El aro dispone de una serie de orificios que permiten una perfecta pulverización del líquido químico, ya que éste se expande desde la corona hacia el exterior. A su vez, la espiral se encuentra conectada a un tubo, que recorre el tronco de la palmera, a través del cual se suministra el tratamiento idóneo. "Es un método bastante sencillo porque la fumigación se hace desde tierra con una simple mochila de pulverización que se engancha al tubo", continúa explicando este emprendedor.

De esta forma se evita desperdiciar las cantidades de insecticida que se utilizan cuando se rocía sin control al exterior de la palmera, así como los malos olores que estos productos desprenden al medio ambiente, según indica este restaurador que antes del verano constituyó la empresa Palm Control System para comercializar su invento en los parques y jardines que lo soliciten.

De momento, son varios los campos de golf y las comunidades de propietarios de la Costa del Sol que se han puesto en contacto con este italiano para hacerse con el kit que ha ideado para enfrentarse al insecto que ha puesto en peligro el palmeral de Elche y buena parte de los jardines de la zona mediterránea. Además, se ha puesto en contacto con la Cámara de Comercio Española para que lo ayude a exportar su producto a países europeos, asiáticos y árabes. El creador tiene especial interés en éstos últimos porque el picudo campa a sus anchas por esas tierras, por lo que en breve su página www.palmcontrolsystem.com también será traducida a la lengua árabe.

En cuanto al coste económico de los instrumentos, Olide indica que oscila entre los 80 y los 210 euros, ya que dependerá del tipo de palmera que va a ser tratada, aunque insiste en que después el mantenimiento del sistema resulta más barato porque tan sólo supone cuatro euros por cada nueva aplicación de insecticida que se realiza.