SI usted dispone de poco tiempo libre, quizá no pueda invertirlo en hacer deporte, pues antes debe encontrar un hueco para reservar la pista, y quizá no lo tenga, todo pese a los tiempos de modernidad que corren. Don Usuario lo ha intentado pero aún no ha encontrado una instalación, ni pública ni privada, que pueda alquilarse por internet. En el caso de Carranque, no es una excepción, ni mucho menos.

Recientemente, se plantó Don Usuario con un amigo un sábado por la tarde en Carranque para jugar al paddel, donde hay cuatro pistas. Sólo una estaba ocupada pero no pudieron jugar. La historia es tan surrealista como real. Tras un rato buscando donde pagar por el uso de la instalación, un responsable informaba que las oficinas estaban cerradas y que no se pueden alquilar pistas. Los neófitos jugadores decidieron ir a jugar de todos modos, pero en apenas un cuarto de hora fueron desalojados de la instalación.

-Dígame lo que le debo por el alquiler de la pista.

-Lo siento, hoy no se pueden alquilar, las oficinas están cerradas.

-Pero hay tres pistas libres.

-Tienen que marcharse.

Y las tres pistas de paddel se quedaron vacías y Don Usuario y su amigo sin hacer deporte. Seguro que habrá ciudadanos que en alguna ocasión se hayan estrellado contra la burocracia, como es el caso, con lo fácil que sería poner en marcha algún sistema para alquilar pistas deportivas que no fuese presencial (teléfono o internet, por ejemplo). O habilitar a alguna persona para que pueda hacerlo los fines de semana, que coincide que es cuando más tiempo libre hay pero cuando más polideportivos están cerrados. Con las instalaciones municipales pasa lo mismo, también están desconectadas de la Red y cierran los fines de semana y festivos.