Esta mañana el Servicio de Protección de Menores de la Junta de Andalucía ha retirado al bebé de Sudán de poco más de un año internado en el Centro de Internamiento de Extranjeros junto a sus padres desde el pasado 2 de febrero. Los tres llegaron en patera a las costas de Motril y se decretó orden de internamiento a pesar de que el centro de Capuchinos no cuenta con un módulo preparado para la integración familiar. Cuando organizaciones humanitarias como Málaga Acoge recurrieron el auto, el juez determinó que fuera el Servicio de Protección de Menores quien se hiciera cargo del niño. Un centenar de personas se concentraron en la plaza de la Constitución en contra de la separación de la familia.

Andalucía Acoge denunció hace unos días la situación irregular de esta familia -dos adultos y un bebé de un año-, que fue ingresada el pasado 2 de febrero en el CIE de Málaga, "un lugar que no ofrece condiciones para un menor". El abogado de Málaga Acoge José Luis Rodríguez explicó que recurrieron al auto del juez de Instrucción número 1 de Motril, alegando que no era sitio para un menor y que el auto utilizaba una normativa "derogada".

En este sentido, señaló que el juez reconoció "parcialmente" el recurso y que se puso en contacto con los Servicios de Protección de Menores para que el bebé fuese trasladado a un lugar con garantías. "La decisión es la peor, puesto que separa a la familia, y eso es lo último" manifestó el letrado, que recordó que sólo la Subdelegación del Gobierno en Granada puede solucionar este caso, "la familia quedaría en libertad, y nosotros tenemos un lugar digno para ellos", ha añadido.

Además, informó de que con esa resolución, el juez reconoce que se equivocó porque el CIE no es lugar para menores, pero al ponerse en contacto con Protección de Menores, si se llevan al niño, la familia quedará dividida, ya que los padres continuarán en el CIE, "y en el peor de los casos, podrían ser expulsados del país sin su hijo".