Málaga

Una casa con mucho 'encanto'

  • El cortijo rural La Cañada del Sacristán ha sido catalogado como uno de los mejores 17 de España

En un lugar privilegiado, sobre una loma y rodeado de naturaleza, se vislumbra imponente La Cañada del Sacristán, un cortijo rural rehabilitado ubicado en el paraje denominado El Bosque de la localidad malagueña de Villanueva del Rosario. Sus innumerables atractivos han conseguido que una publicación especializada denominada Casas rurales con encanto, editada por El País-Aguilar, la catalogue entre las 17 mejores de España.

La Cañada del Sacristán es un proyecto común puesto en marcha hace dos años por dos vascos, Antonio Ojeda y María del Carmen Vicente, que llegaron a esta zona a través de un amigo. Un paseo por el paraje y las casualidades de la vida les brindó la oportunidad de hacer realidad un sueño, vivir en consonancia con la naturaleza y ofrecer un destino único al visitante.

La finca posee siete hectáreas dedicadas al olivar, algunos almendros adornan el paisaje y sus magníficas encinas centenarias son testigos del transcurrir de la vida en esta zona de la comarca nororiental de Málaga. Este cortijo, de principios del siglo XX, toma su nombre de la cañada que cruza la finca, aunque tradicionalmente su nombre fue La Moscatela, construido por una familia que trabajó estas tierras.

El cariño, la dedicación y el esmero por cuidar todos los detalles se aprecian desde que se entra por la puerta y se accede a la recepción de la casa. La decoración artesanal está presente en todos los rincones. Se puede ver una rueda antigua convertida en mesa o dos sillas de madera, usadas en una vida anterior para el ordeño. Aprovechándose la estructura antigua de la casa, en el zaguán o el comedor se pueden apreciar restos de piedra y adobe que ponen una nota especial a esta casa que invita a quedarse.

La imaginación de sus propietarios y una cuidada selección de los materiales han dado lugar a la creación de cuatro habitaciones de diversos estilos, todas dobles y con baño propio. Magníficas camas de maderas nobles, antigüedades de forja, suelos de barro y baños fabricados con cerámicas andaluzas y árabes dotan a cada habitación de un carácter especial. Incluso, una de ellas está adaptada para personas con discapacidad, siendo la única que tiene el privilegio de contar con un pequeño jardín privado.

Otro atractivo que poseen es que disponen de balcones y terrazas con vistas a las sierras de Camarolo o Las Cabras, e incluso, se vislumbra al fondo, El Torcal de Antequera. Para poner en marcha este proyecto, Antonio y María del Carmen partían con la experiencia que tienen como asiduos viajeros en el ámbito del turismo rural, lo que les ha permitido conocer muchos lugares y quedarse con lo mejor de cada uno, así como con contactos de artesanos que luego han trabajado en la rehabilitación de esta vivienda.

La Cañada del Sacristán ofrece además un servicio de restauración selecto que se caracteriza por contar con una oferta de platos variados, con la incorporación de productos naturales y ecológicos de su propia huerta así como de las diferentes temporadas. Ofrecen la posibilidad de contratar el desayuno y la cena, ésta última previa solicitud. También han querido innovar en la carta que cuenta con productos originales como el esturión de Riofrío que se cocina ahumado, estofado, entre otras variedades, y que puede degustarse en un pequeño comedor con chimenea que crea el ambiente perfecto e íntimo para compartir una cena familiar o con amigos.

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