Málaga

Educación enlatada y sin aplausos sólo apta para días de sol

  • Cuatro colegios de Rincón y Marbella recurren a aulas prefabricadas · Padres del Laza Palacio y del Gregorio Marañón afirman que los niños no van a la escuela cuando llueve y que no pueden aplaudir porque tiemblan las paredes · Educación recuerda que en Marbella no hay suelo para construir escuelas

Las aulas prefabricadas forman parte del paisaje escolar de Rincón de la Victoria. Los primeros módulos llegaron hace cinco años y a pesar de que eran provisionales todavía permanecen en el patio de recreo del colegio Manuel Laza Palacio. Los padres se manifestaron y hubo protestas. Pero no sólo se quedaron sino que se agregaron otras dos unidades más en una parcela próxima al centro.

Así, después de un lustro aguantando en el colegio, cuentan los padres que los niños no pueden aplaudir dentro porque tiemblan las paredes. Personal del centro asegura que esas aulas prefabricadas "ya no sirven" porque están "viejas" y "obsoletas". Recuerda que eran temporales y que ya no aguantan en esas condiciones ni un año más.

A los padres de La Cala del Moral les tocó el año pasado vivir la experiencia de las prefabricadas. En el CEIP Gregorio Marañón se ubicaron también en el patio dos unidades para cubrir a los 40 alumnos que se quedaron sin plaza. Están junto a la puerta del aparcamiento. Entonces se quejaron de las características de estos módulos y de su falta de seguridad.

Al final se han acostumbrado. Tanto que ellos mismos han creado su propio plan de evacuación cuando llueve: los padres miran por la ventana y si está nublado, no van a clase.

El próximo curso la experiencia la vivirán 136 niños de tres años y 26 de cuatro. Previsiblemente, se van a instalar siete unidades más. No será en los centros sino en un recinto específico para prefabricadas. Posiblemente en un solar de Torre de Benagalbón junto al parque de bomberos, donde ya se instalaron mientras se construía el CEIP Josefina Aldecoa, y en el llano de Baluma en La Cala del Moral.

Pero hay quien lo tiene peor. Eva Reduello es la madre de una niña de tres años matriculada en el Laza Palacio. Viven en La Cala del Moral pero como su hija tiene necesidades especiales y necesita apoyo de un logopeda, de un profesor de educación especial y de un monitor, está obligada a ir a ese centro. Ese o el Tierno Galván que son los únicos con suficiencia para atender a estos estudiantes.

"Todos los niños que necesitan monitor personal son reubicados en esos dos colegios. Cada vez hay más niños que necesitan monitores, logopedas y profesores terapeutas pero no se aumentan las plazas, se les reúne en esos dos colegios, masificándolos con numerosos niños con problemas de educación especial que no pueden resolver. Y esto repercute negativamente a todos los alumnos, nuestros hijos y los otros", criticó Eva.

Esta madre afirma que este año hay más de siete niños en educación infantil sin monitor para comedor y con profesores carentes de tiempo porque están desbordados. "No dan ni a cuarto de hora diario por niño", afirmó. "Antes de la escolarización de mi hija, yo ya había advertido de esta situación a la Delegación de Educación a la que envié un escrito. También lo hice en la inspección y en planificación y ordenación escolar. Mi propósito no era otro que dar a conocer las nuevas necesidades que tenemos y que aumenten los recursos. No hicieron caso", se lamenta.

"No sólo está el problema de la falta de espacio físico también hay que dotar suficiente personal", zanjó esta madre sobre la falta de previsión escolar que ha habido en Rincón de la Victoria.

Los centros Gregorio Marañón y Laza Palacio de Rincón de la Victoria no son los únicos que han tenido que acudir a instalaciones prefabricadas para alojar a niños en sus primeras etapas de escolarización. También sufren esta experiencia los centros Valdeolletas y Santa Teresa de Marbella. "Ante las peticiones de plaza y la falta de suelo se adoptó esta solución en el pasado curso 2008-2009", explica Marcelo Gaitán, jefe del Servicio de Planificación de la Delegación de Educación de la Junta.

Gaitán subraya que a los alumnos del Laza Palacio se les invitó a irse al nuevo colegio Carmen Martín Gaite tras su construcción "pero quisieron continuar en su centro", por lo que en este colegio que ya lleva un lustro con aulas temporales, la chapa se está quitando progresivamente.

En Málaga capital, en las zonas de mayor expansión demográfica no se ha tenido que recurrir a este tipo de infraestructuras para cubrir la demanda. Ni en Teatinos, ni en Parque Litoral, ni en Parque de la Concepción se han colocado estas particulares aulas y, según Gaitán, "en el resto de zonas de escolarización se atiende sin problemas al alumnado con los recursos que hay en los diferentes centros existentes".

En otros casos estas clases prefabricadas se utilizan durante obras de ampliación o mejora de los centros. "Por motivos de seguridad siempre hay que restringir áreas del colegio y se anulan aulas que tienen que ser sustituidas por estas provisionales", comenta el jefe del Servicio de Planificación. Pero estas medidas no están exentas de problemas.

El año pasado medio centenar de niños de tres años del colegio Altabaca de Málaga tuvieron que ser desalojados de sus aulas prefabricadas para evitar riesgos por las intensas filtraciones de agua que se registraron a través del techo e, incluso, de las paredes.

En su día, la Junta achacó al Ayuntamiento -autoridad competente de la gestión de los colegios públicos- el mal cuidado de las instalaciones.

A pesar de todo, el delegado de Educación, Antonio Escámez, considera que estas aulas "están demonizadas" en exceso y que son lugares que "cumplen con la calidad educativa exigible".

Además, Escámez apuesta que una organización más coqueta del espacio y el uso de otro tipo de materiales le quitaría esa visión negativa que parece ir siempre acompañada a estos espacios que "tienen hasta aire acondicionado", como señala el delegado.

En Marbella el problema es la falta de suelo, según los responsables de la Junta de Andalucía. "Harían falta dos colegios y un instituto como mínimo y a día de hoy no hay suelo, a pesar de que se solicitó hace tres años", afirma Marcelo Gaitán. Por esta razón, los alumnos "van a tener que seguir en aulas temporales".

En los dos últimos años, según el jefe del Servicio de Planificación, se han construido dos nuevos centros "pero hacen falta más y no tenemos suelo puesto a nuestra disposición".

Lo que sí tiene proyectado ya la Junta es construir un gran colegio para sustituir a los dos antiguos del centro de la ciudad, que ya tienen unos 60 años de antigüedad y están muy encorsetados en sus espacios. Sin embargo, esta actuación "no nos da más plazas escolares en un municipio con mucha población".

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