Tener un ordenador con conexión a internet está hoy en día casi al alcance de cualquier persona. Los usamos para trabajar, para jugar, para conocer personas, para editar vídeos... La proliferación de redes sociales como Facebook o la propia Youtube hacen que los internautas cada vez abran más sus intimidades al mundo, siendo inconscientes en muchas ocasiones de los riesgos que ello puede conllevar. Pero no es sólo que cualquier desconocido pueda ver una fotografía privada o acceder a un teléfono móvil, sino que el llamado cibercrimen va más allá y no sólo hay delitos sexuales sino que también existe un considerable número de fraudes en empresas. Santiago Fernández-Llébrez, fiscal delegado de Delitos Informáticos en Málaga, señaló ayer que "en 2008 los procedimientos iniciados por pornografía infantil  en Málaga fueron 27 y, aunque lógicamente son muchos, están lejos de los 73 procedimientos iniciados por estafas en operaciones de compraventa o de los 77 por transferencias fraudulentas".

Este experto, que ayer participó en un seminario organizado por Málaga Valley en la Confederación de Empresarios de Málaga, destacó que en la Fiscalía han visto últimamente varios casos de vulneración de secretos profesionales en empresas en Marbella "porque éstas no habían adoptado las mínimas precauciones de seguridad informática". El fiscal precisó que está habiendo casos de personas que han sido despedidas de sus puestos de trabajo y que se están llevando información privilegiada de las empresas, a la vez que pidió tanto a las compañías como a los particulares que "pongamos más antivirus o no nos descarguemos programas raros porque cuanta más seguridad pongamos en la Red más limpieza va a haber en internet".

La estrella invitada del seminario era Bruce Schneier, considerado uno de los gurús mundiales en seguridad informática. Fundador de la empresa Counterpane, este norteamericano ha trabajado para el Departamento de Defensa de Estados Unidos y hasta ha sido nombrado en varias novelas como El Código Da Vinci. Schneier subrayó que la seguridad informática no es algo que preocupe especialmente a los particulares, e incluso a las empresas. "Nadie quiere comprarla pero al final están obligadas", señaló el experto quien apuntó que "las amenazas son muy complejas y los productos que se diseñan también, por lo que muchos vendedores no saben lo que venden y muchos compradores no saben exactamente qué están comprando y eso está causando fracasos en el mercado".

Según Schneier las claves son el precio de los productos y, sobre todo, la confianza, máxime en un momento en el que las empresas de todo tamaño tienden a la externalización en la seguridad informática. En su opinión, a las personas sólo les importa que funcione el Facebook o el Gmail pero no se cuestionan tanto que sean fiables porque en cierta forma se da por hecho. "Si cojo una botella de agua me la bebo aunque no sepa de qué marca es ni si esa empresa ha podido tener algún problema porque tengo esa confianza", argumentó. La próxima amenaza, según los expertos, vendrá por los móviles.