Familias de acogida para salvar a los gatos lactantes

Son tantos y tan pequeños que su única posibilidad de sobrevivir es que alguien se dedique minuciosamente a cuidarlos. Pero difícil es para la Sociedad Protectora de Animales de Málaga cuando cada día llegan camadas de gatos abandonados a los que hay que alimentar. La única alternativa a su casi inevitable sacrificio ha sido la puesta en marcha de una red de casas de acogida donde viven hasta que pueden valerse por si solos y son adoptados.

Funciona desde hace sólo unos meses y ya ha conseguido salvar a unos 200 cachorros a los que le esperaba una muerte segura. Casi medio centenar de familias malagueñas forman parte de esta original iniciativa por la que se ofrecen a acoger de forma completamente altruista a estos lactantes en sus casas durante un par de semanas para darles el biberón cada tres horas y enseñarles dónde deben hacer sus necesidades fisiológicas.

Es una labor que no requiere una gran dedicación, pero que ofrece una gran recompensa a los que lo prueban. "Todas las familias que acceden a acoger a un gato lactante por primera vez terminan repitiendo siempre", asegura la promotora de esta iniciativa y vicepresidenta de la Sociedad Protectora de Animales de Málaga, Inma Duarte. Las familias de acogida no responden a un único perfil en cuanto a recursos económicos, números de miembros o nivel cultural. Sólo deben pasar un cuestionario en el que se evalúa su capacidad para hacerse cargo de un animal y garantizar su compromiso mediante un contrato de que se harán cargo de él únicamente hasta que se le busque un nuevo hogar.

Aunque si la economía de la familia no es muy boyante, Duarte asegura que la Protectora les ayuda a comprar la leche para los gatos "que puede costar entre 15 y 20 euros cada bote" y de recogerlos para llevarlos a la visita del veterinario cada vez que sea necesario.

Además de los lactantes, las casas de acogida también se encargan de aquellos gatos adultos que están convalecientes por una enfermedad, los que están esperando un viaje para ser adoptados en el extranjero o los que son tan mayores que no pueden pasar sus últimos días en el refugio.

Para todos ellos, la condición es la misma: sólo se trata de una estancia temporal.

No ha habido tanta suerte de momento con los perros. Casi nadie quiere hacerse cargo de ellos ni siquiera de manera temporal porque, a diferencia de los gatos, no son tan limpios y requieren más atención al tenerlos que sacar a la calle varias veces al día.

Mientras no encuentren un hogar, las camadas de perros que llegan abandonados seguirán teniendo un triste final.

Si desea colaborar, puede ponerse en contacto con la Sociedad Protectora de Animales de Málaga a través de correo electrónico: voluntariado@protectoramalaga.org o a través del teléfono 952258143