Málaga

Costas niega que la "erradicación" de las casas de El Palo sea sinónimo de derribo

  • Admite que la propuesta al PGOU pasa por mantenerlas "fuera de ordenación" y aboga por buscar una solución "definitiva" entre todas las administraciones · De la Torre plantea su declaración como BIC

La publicación del último informe de la Dirección General de Costas al Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Málaga, en el que habla de la "erradicación" de las casas levantadas sobre dominio público marítimo terrestre en El Palo, Pedregalejo, Las Acacias y Playa Virginia ha hecho saltar, por enésima vez, todas las alarmas entre los vecinos de la zona. Los expuesto por este departamento se suma al largo listado de episodios que han tenido lugar a lo largo de las últimas décadas con estas edificaciones como eje del debate.

Hermoso subrayó que la solución final pasa por un acuerdo entre las tres administraciones implicadas, es decir, el Gobierno, la Junta y el Ayuntamiento. "Hay que ser coherentes, porque lleva muchos años enquistado y nunca se le ha encontrado una solución, quizá porque no ha habido una coordinación", explicó. Cuestionado por los pasos que ha dado su departamento para tratar de hallar una salida, dijo que se han barajado diversas opciones.

Pero si llamativa fue la explicación de Costas para quitar hierro, no lo fue menos la propuesta del alcalde, Francisco de la Torre, para salvaguardar estas construcciones. El regidor, que pareció atender a lo que el pasado jueves propuso la asamblea de IU en El Palo, planteó su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), al entender que hay argumentos para ello. No obstante, precisó que la solución final pasa por modificar el deslinde. A su juicio, esta medida "es un mecanismo más para asegurar la legalidad" de estas casas, aunque dijo que lo que le preocupa es que los vecinos puedan obtener la propiedad de las viviendas, para lo que se precisa "un deslinde distinto". Más contundente fue el presidente del PP en la provincia, Elías Bendodo, quien acusó al Gobierno de haber puesto sus ojos en Málaga en los últimos meses y de dedicarse "a fastidiar". "Primero, con los chiringuitos, y ahora vuelve al ataque con la idea de poner en peligro las casas de El Palo", denunció. Desde el PSOE, su secretario de Organización, Francisco Conejo, planteó la creación de una mesa de negociación para buscar la mejor opción. "Creemos que se puede establecer un símil con lo que se ha hecho con los chiringuitos", comentó, al tiempo que subrayó la necesidad de dar las máximas garantías jurídicas a los vecinos.

El origen de los problemas a los que hoy siguen enfrentándose los vecinos de El Palo y Pedregalejo se remonta a varias décadas atrás, hecho del que da fe el ex jefe de Costas Luis López Peláez. Haciendo memoria, recuerda cómo se realizaban los deslindes en los años 60. "Se hacían de cualquier forma. Iba el presidente del Puerto, porque entonces no había Demarcación de Costas, o el jefe de Obras Públicas, el delegado de Hacienda y el comandante de Marina y le preguntaban a un vecino 'usted dónde cree que llegó por última vez el oleaje'. Y lo pintaban en el plano".

Es historia viva de este conflicto y tras tantos años dice no entender que aún no haya una solución definitiva, que podría haber llegado si los responsables del Ministerio de Medio Ambiente hubiesen atendido la propuesta que hizo, en 2000, para variar el deslinde y llevarlo hasta la facha misma de las casas. Incluso, apunta que en 1997, el máximo responsable de Costas le propuso "el desalojo inmediato" de las casas de El Palo. "Resistí porque me pareció un disparate", comenta, al tiempo que ensalza el papel de la entonces alcaldesa, Celia Villalobos, quien terció con la ministra de Medio Ambiente para revertir la situación.

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