La rápida intervención de bomberos y policías locales evitó ayer que un incendio que comenzó poco antes de las 15:00 en una vivienda abandonada del centro de Málaga se propagara a otros edificios vecinos. El fuego comenzó a esa hora en un inmueble ubicada entre las calles Somera y Pinzón. En una hora, los efectivos habían acordonado la zona, retirado los vehículos aparcados y extinguido las llamas. Bomberos confirmó ayer que no había nadie dentro de la vivienda y que no hubo que lamentar heridos ni desalojar a vecinos de los edificios contiguos. Las causas del siniestro se desconocen.

Aunque el fuego duró poco, calcinó la última planta y el tejado del inmueble. Durante cinco horas trabajaron en el lugar media docena de vehículos de bomberos. Sobre las 21:30 se retiró el último equipo.

"La humareda negra que echaba daba miedo. Mi marido bajó a quitar el coche porque lo tenía aparcado muy cerca", dijo ayer una vecina del bloque ubicado justo en frente.

Los residentes de la zona relataron ayer que la vivienda estaba abandonada y era utilizada por algunos okupas para dormir. "El dueño los echó con la Policía Local y atravesó una madera en la puerta para que no volvieran a entrar, pero hicieron un boquete y se metían", contó otra vecina. Ayer, los bomberos tuvieron que cortar la madera con una sierra para poder acceder al edificio. El siniestro obligó a cortar las calles Pinzón, Duquesa de Parcent, Somera y Martínez Campos.

Con ironía, ayer, un vecino decía: "Si el edificio se cae, a lo mejor al dueño le han hecho un favor".