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Málaga

Indigentes 'toman' el antiguo edificio de los cines Victoria y Astoria

  • La propiedad dice que lleva más de tres años esperando la licencia municipal para demolerlo · Los vecinos alertan de que ya se han producido conatos de incendio

Por la taquilla del cine Astoria, donde durante tantos años se vendieron las entradas para las películas, ahora se cuelan media docena de indigentes que se guarecen en ese edificio para dormir o drogarse. "Los que se meten son los gorrillas que rondan por la Plaza de la Merced", precisaba el dueño de un bar próximo.

Los vecinos aseguran que son media docena de okupas que entran y salen "a todas horas" y alertan de que en un par de ocasiones ya se han producido conatos de incendio. De hecho, en una de las ventanas de la tercera planta del edificio pueden verse restos de hollín. "Son indigentes enganchados que se refugian ahí para meterse su dosis o pasar la noche", explicaba otro comerciante de la zona.

El gerente de Baensa, la empresa propietaria del inmueble, asegura que ha presentado varias denuncias, pero que las policías Local y Nacional "se echan entre ellas la pelota de cuál tiene la competencia". Según Agustín del Pozo, la sociedad ha cambiado las cerraduras, ha soldado las rejas y ha tratado de bloquear las entradas, pero los indigentes se siguen introduciendo en el edificio.

Los vecinos lo corroboran. "Antes se metían por otro lado, pero como tapiaron aquella puerta, ahora entran por la taquilla", relataba una trabajadora de una farmacia cercana. Para entrar, suben una pequeña persiana metálica colocada a algo más de un metro de altura.

"Se han llevado grifería, cuadros eléctricos, cables..." resume Del Pozo, que asegura que lleva más de tres años esperando que el Ayuntamiento de Málaga le conceda la licencia para demoler el inmueble. La promotora tiene previsto construir en ese solar 45 viviendas de lujo con ático y cuatro niveles subterráneos de garaje.

Los vecinos aclaran que los indigentes no se meten con nadie. "Afectan a la imagen de la ciudad y ocasionan las típicas molestias de los gorrillas, pero yo no he visto otros incidentes", apuntaba el dueño de una cafetería de la Plaza de la Merced, que recordaba que hace casi dos meses tuvieron que venir los Bomberos porque había cristales rotos a punto de caerse.

Los indigentes han colocado trozos de madera y trapos en las ventanas para no ser vistos desde fuera y pasar inadvertidos.

María José Soria, la responsable de la Asociación de Vecinos del Centro Histórico, dijo en la Cadena Ser que los okupas se han refugiado en ese edificio a raíz de que se hayan echado abajo otros inmuebles que había en el casco antiguo donde se escondían. "Pero es un peligro porque hay maderas y restos de muebles que pueden arder", advirtió. Hace poco más de un mes, un edificio en ruinas de la calle Somera en el que se resguardaban algunos sin techo salió ardiendo y obligó a la intervención de varias dotaciones de Bomberos.

La manzana que antiguamente ocupaban los históricos cines Astoria y Victoria ahora es un bloque que se ha convertido en panel para múltiples y deteriorados carteles publicitarios. Parece cerrado a cal y canto, pero a tenor de lo que cuentan los vecinos, no resulta infranqueable para todo el mundo.

Los repartidores de la Coca Cola dicen que han sido víctima de robos de mercancía por parte de los indigentes que se refugian en el inmueble. No hace mucho, les robaron varias cajas de bebida mientras estaban haciendo el reparto por algunos de los bares de la plaza. "Y botella que nos falte, botella que tenemos que pagar", se quejaba el trabajador.

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