Más de un millar de hogares malagueños han pedido acogerse este año a las ayudas de la Junta de Andalucía para implantar las llamadas energías limpias como principal fuente de abastecimiento de electricidad y agua caliente. Sólo con estas actuaciones se logrará evitar emitir a la atmósfera más de 3.000 toneladas anuales de dióxido de carbono (CO2).

Desde que va de año se han incentivado ya 1.304 proyectos en la provincia, en los que se subvencionarán unos 2,3 millones de euros. Lo más destacado con respecto a otras ocasiones es que el 97% han sido presentados por particulares cuando hasta ahora los porcentajes se repartían de forma muy similar entre empresas y entidades públicas y otras sin ánimo de lucro. Este año, además, la mayoría de las solicitudes son para la instalación de pequeñas instalaciones domésticas de energías renovables, según los datos facilitados a este periódico por la Delegación Provincial de Innovación, Ciencia y Empresa.

En el caso de la energía solar térmica, es decir, la que se utiliza para obtener agua caliente gracias al sol, se han subvencionado 908 iniciativas que suponen una superficie de 4.369 metros cuadrados. Los proyectos para generar energía térmica a partir de biomasa para usarla especialmente para la calefacción doméstica han sido unos 300, mientras que los relativos a la instalación de placas fotovoltaicas para obtener energía eléctrica han sido sólo 16.

El reto es que las energías renovables se conviertan a medio plazo en una de las principales fuentes energéticas en los hogares malagueños, ya que en estos momentos únicamente abastecen a 130.500 viviendas suponiendo que en cada una de ellas vivan una media de algo más de dos personas.

En concreto, se espera que la potencia instalada procedente de estas fuentes energéticas se quintuplique de aquí a 2013 en la provincia de Málaga y pueda abastecer a más de 600.000 viviendas. Si se lleva a cabo este ambicioso plan de la Asociación de Promotores y Productores de Energías de Andalucía (Aprean), Málaga pasará de tener una potencia de 217,5 megavatios entre la energía eólica, fotovoltaica, solar termoeléctrica y cogeneración a unos 1.055 en cuatro años.

Pero, según el presidente este colectivo, Mariano Barroso, lo cierto es que estas energías aún no están implantadas lo suficientemente en la provincia debido a que "le faltan aún un periodo de maduración y solucionar el problema de la acumulación una vez que se generan".

Lo importante, en su opinión, es que con cada una de estas iniciativas "se va dando un paso importante para llegar en un futuro a la implantación total de las energías renovables porque además no vamos a tener más remedio". La entrada en vigor del nuevo Código Técnico de Edificación en octubre de 2007 ha supuesto un revulsivo en la implantación de este tipo de energías en el ámbito doméstico, ya que es obligatorio en los edificios de nueva construcción. Aunque la actual crisis económica y la caída del sector de la construcción han hecho que "aún no se note demasiado", explicó la gerente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga, Violeta Aragón.

Las ventajas de las energías renovables no sólo permiten reducir los costes que supondría el uso de la electricidad o las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Las nuevas técnicas de climatización garantizan, según los expertos, las condiciones de temperatura, humedad relativa, calidad e higiene del aire que cualquier otra técnica convencional.

Desde el año 2005, la Junta ha incentivado en Málaga un total de 2.388 proyectos que han supuesto una inversión de 63 millones de euros y que han permitido generar el consumo anual equivalente de más de 18.800 viviendas. Con estas ayudas, se han conseguido instalar más de 15.700 metros cuadrados de superficie de captación solar térmica para la producción de agua caliente, lo que ha evitado la emisión a la atmósfera de 300.000 toneladas anuales de dióxido de carbono o, lo que es lo mismo, el equivalente a retirar de la circulación 120.000 vehículos.