El decano del Colegio de Arquitectos de Málaga, Antonio Vargas, aplaudió que el Gobierno, la Junta y el Ayuntamiento de la capital hayan acordado considerar como suelo urbano las 400 viviendas de los barrios marineros de Pedregalejo, El Palo, Las Acacias, Playa Virginia, La Araña y El Dedo, de modo que se garantice su mantenimiento. No obstante, instó a estas administraciones a que elaboren un Plan Especial de Reforma Interior (PERI) para mejorar la zona, cuya "calidad del paisaje urbano y, en muchos casos, del parque edificado es solamente regular". En su opinión, dejar dentro de ordenación estas casas y establecer un plan especial que "mejore la calidad del espacio urbano", podría ser "una solución muy interesante". Al respecto, expuso que, siempre desde el respeto a los vecinos, debe plantearse un debate ciudadano acerca de una posible intervención en la zona, ya que, "aunque son barrios que forman parte del acervo cultural y la tradición de Málaga, en lo referido a la legalidad arquitectónica y urbanística, no es de las mejores de la capital".

Se podría intervenir, por tanto, sobre las viviendas y también sobre el espacio urbano, "con actuaciones de esponjamiento, de equipamiento, para mejorar esta zona, en la que todos los malagueños nos sentimos muy a gusto", señaló. Para concretar esa actuación, consideró la posibilidad de "convocar un concurso de ideas o un foro más organizado desde la Administración", ya que "el Colegio de Arquitectos tendría mucho que decir".

Esta operación de mejora de la zona debería de contar, a juicio del representante de los arquitectos malagueños, "con el consenso de todas las administraciones". Ante esto, abogó por que éstas "sean capaces de organizar un debate serio y una reflexión profunda sobre este tema". Vargas incidió en que el planteamiento de dejar fuera de ordenación estas viviendas tendría que haber llevado unido por parte de Costas "una propuesta alternativa, pero no hablar de dejarlas fuera de ordenación y seguir actuando de manera descontrolada como ha ocurrido todos estos años, generando una inseguridad jurídica".

Por ello, consideró que hubiera sido oportuno un debate urbano, que, como advirtió, "no se ha producido, pese a ser un asunto de gran calado". Asimismo, precisó que restituir la playa a su estado original "sería imposible", apostillando que "las playas de Málaga desde La Malagueta hasta El Palo son prácticamente todas artificiales".