En el aula 24 del colegio Pablo Ruiz Picasso una docena de maestros de tres centros diferentes toma contacto por primera vez con una de las herramientas que se incorporará a partir de enero a sus clases, la pizarra digital. Muchos cuentan ya con dos décadas en la enseñanza y el libro, el cuaderno y la tiza han sido siempre sus armas docentes. Ahora se enfrentan al reto de la Escuela TIC 2.0 con vagos conocimientos de las nuevas tecnologías y la sensación de que se ha precipitado en exceso la implantación de este modelo. Más de 800 profesores en la provincia recibirán formación básica para el uso de portátiles y contenidos digitales.

Unos 20 formadores, profesores que previamente recibieron un curso, imparten la Sesión 0 y el Módulo I. El Módulo II, más avanzado, y el III, que se realiza íntegramente a través de internet, comenzarán en enero. Virginia López, coordinadora TIC del CEIP María Zambrano enseña a un grupo a familiarizarse con los nuevos recursos. "Les muestro el equipamiento del aula e, incluso, dónde van enchufados los cables, es una información práctica", comenta. En tres horas exploran "lo básico para el manejo, desde la creación de una cuenta de correo, al menú Guadalinex", añade.

En la Sesión 0 investigan y tocan la pizarra, se aproximan a su software y a las posibilidades del nuevo instrumento. Para María Antonia Carmona, profesora del colegio Luis Braille, todo esto supone una gran novedad. "De internet sabía algo, me manejaba en cosas elementales", dice esta docente que también ha recibido ya el Módulo I. En cuatro sesiones de tres horas ha aprendido a crear un blog, a hacer un power point y a utilizar el material didáctico digital.

María Antonia sabe que se tiene que subir a este tren pero le parece que "se está precipitando demasiado, podríamos ir más lentos, porque se van a quedar lagunas, flecos y problemas que habrá que resolver sobre la marcha", considera. Lo que también tiene claro esta maestra con casi treinta años de experiencia es que los alumnos tienen que seguir utilizando la grafía y no olvidar los métodos tradicionales. La clave será aunar ambas cosas.

Comparte su opinión Isabel Velasco, también docente del CEIP Luis Braille. "Todos los compañeros pensamos que la formación es acelerada, muchos no estamos preparados, yo tengo muy poca base informática", confiesa. "Mi conocimiento es básico a nivel personal pero no para impartir esa enseñanza, ya que yo no he recibido formación a nivel profesional", añade Velasco, que por primera vez el pasado año hizo los exámenes por ordenador porque "el manuscrito ya es prehistórico".

Para Miguel Ángel Márquez, maestro del colegio Ángel Ganivet, esto de la Escuela TIC 2.0 "es un reto enorme y esto viene demasiado pronto, llegan los ordenadores en enero y hay que darles un uso pedagógico, estamos en diciembre y hay que ponerse las pilas", opina. Eso sí, estima que "este momento tiene que llegar aunque hubiésemos necesitado todo el curso para familiarizarnos con esto". Para Márquez será todo un arte la combinación de ambos mundos, "que los niños adquieran competencias digitales sin descuidar la lectura y la escritura". Lo que también teme es enfrentarse a los problemas cotidianos. "Algunos compañeros están diciendo que se van a hacer objetores tecnológicos y que se van directos a Infantil", asegura. "Es una revolución que hay que hacer pero deberían de haber dado más margen", añade este profesor, que duda de que estas clases de formación "nos prepare de manera fundamental para enfrentarnos a las necesidades del aula".

Isabel Ramos, docente del colegio María Zambrano, es más optimista y ve fundamental "enfrentarse con la realidad con la que conviven los alumnos". Aunque no tenía tampoco muchos conocimientos de informática está también inmersa en el Módulo I, ya que cree que son "útiles y necesarias" estas clases. Ya en el aula "los niños van a ver los contenidos de manera más práctica, yo estoy muy animada porque creo que vamos a aprender con ellos".