El cadáver de un hombre de 62 años de edad, vecino de Vélez-Málaga, fue encontrado ayer con 28 puñaladas y un fuerte golpe en la cabeza (estos dos últimos datos fueron avanzados por la cadena Ser) en una playa de difícil acceso de la localidad malagueña de Torrox, según informaron a este periódico fuentes del 112 y de la Subdelegación del Gobierno en Málaga. El cuerpo fue hallado a las 7:00 por una patrulla de la Guardia Civil en la orilla del mar de la playa de Calaceite, próxima al kilómetro 286 de la carretera N-340.

El cuerpo estaba desnudo y presentaba numerosas incisiones, presumiblemente causadas por un arma blanca. A unos doscientos metros del cadáver, los agentes localizaron el vehículo del fallecido, en cuyo interior estaba su ropa y documentación, que le identifica como un español de origen jordano, residente en el municipio de Vélez-Málaga. Hasta el lugar en el que apareció el cadáver se desplazaron efectivos de la Policía Judicial y del Grupo Especial de Actividades, aunque estos últimos no tuvieron que intervenir. Los agentes de la Guardia Civil acordonaron la zona y realizaron una inspección ocular en búsqueda de pruebas para intentar localizar al autor del apuñalamiento. Realizaron numerosas fotografías para tratar de reconstruir cómo se pudo producir la agresión.

Este suceso se suma a otras tres muertes violentas que han ocurrido en la provincia en las dos últimas semanas. El pasado 5 de junio, Daniel Smith, un británico de 26 años con antecedentes en su país por una tentativa de homicidio, se encontraba en una terraza de un bar de una urbanización de Mijas Costa junto a unos amigos cuando recibió seis impactos de bala que acabaron con su vida. Al parecer, una simple discusión provocó el trágico suceso. Minutos depués de la disputa un motorista llegó al lugar y la emprendió a tiros con la víctima, causándole la muerte en el acto. Días más tarde, un ciudadano irlandés fue detenido por su presunta implicación con el asesinato. Este hombre, identificado como E. W. y de 27 años, fue detenido por la Guardia Civil en una vivienda de la localidad malagueña de Coín, donde los agentes encontraron varias granadas, munición y un kilo de explosivos de fabricación extranjera. El juez decretó prisión incondicional por los presuntos delitos de homicidio y tenencia ilícita de armas y explosivos.

Cinco días después un hombre que respondía a las iniciales A. T. R., cliente habitual de la cafetería Hermanos Velasco II en el barrio de La Carihuela, en Torremolinos, disparó, presuntamente, a la persona que regentaba el local , español, de 55 años, provocándole la muerte. El agresor huyó, pero pocas horas después fue detenido. Lo arrestó la Policía Nacional en una vivienda en la provincia de Córdoba. Los hechos se produjeron cuando, según testigos que presenciaron el suceso, el hombre entró al establecimiento con síntomas de embriaguez y comenzó a insultar a una de las camareras del establecimiento. El Juzgado de Instrucción número 3 de Torremolinos decretó prisión para el detenido en relación con la muerte del hombre, imputándole los delitos de homicidio y de tenencia ilícita de armas.

A estas dos muertes se suma la de una joven el pasado día 11 en el barrio de La Luz en la capital. La víctima, de nacionalidad colombiana y de unos 20 años de edad, apareció muerta junto a un portal de la calle José María Corona. La Policía Nacional acudió a la llamada de varios vecinos del barrio malagueño y encontró el cuerpo sin vida de una joven a pocos metros de un edificio de viviendas. Horas más tarde un hombre, residente del mismo barrio, fue detenido en su puesto de trabajo como presunto autor de los hechos. La autopsia realizada al cadáver de la mujer confirmó las hipótesis que apuntaban a que la causa del fallecimiento fue la asfixia. El Juzgado de Instrucción número nueve de Málaga decretó prisión incondicional para el detenido.

Por otra parte, el sábado por la tarde un hombre de 31 años de edad recibió una puñalada en la barriada de La Luz tras discutir con otro hombre.