Los malos, como la Policía los suele denominar, que se asientan en la Costa del Sol han sufrido duros golpes en las últimas semanas. En varias operaciones contra el narcotráfico se han intervenido cientos de kilos de droga, hachís principalmente y cocaína, y han caído importantes criminales conocidos a nivel internacional, así como algunos de sus compinches. El inspector jefe del Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado de la Policía Nacional (Greco) en la Costa del Sol, al que por motivos de seguridad en esta información se le denominará con el nombre ficticio Marcos, explica que éste es un simple hecho casual, aunque afirma que en la actualidad hay una veintena de investigaciones abiertas de forma simultánea contra el crimen organizado.

"Nosotros conseguimos información y hay veces que coincide que cerramos varias operaciones a la vez, como ha ocurrido ahora", dice Marcos, que en una entrevista para este periódico realiza una radiografía de la criminalidad en la provincia malagueña. En primer lugar descarta la existencia de una gran organización criminal en la Costa del Sol, aunque destaca la presencia de muchos pequeños grupos. En la actualidad, los más activos y peligrosos tienen su origen en el Reino Unido e Irlanda. Las organizaciones francesas, rusas e italianas, que han tenido una presencia destacada en otros tiempos en el sur de la península, cuentan ahora con menor relevancia.

En una de las últimas operaciones, precisamente cayó en Estepona el cabecilla de una red criminal irlandesa, Christopher Kinahan, con un amplio currículo criminal. La Policía de su país y las mafias rivales le apodaban el criminal listo, pues invirtió algunos de sus muchos años en prisión a formarse. Otro de los nombres propios en el último mes es el del líder de la mafia ruso-georgiana instalada en España, Zakhar Kniazevich Kalashov, arrestado en Marbella. Pero podría haber más en libertad en la Costa del Sol. Según explica Marcos, existen tres tipos de delincuencia, la que viene a delinquir, caso de los narcotraficantes; la que se marcha tras cometer el acto delictivo y la que llaman estacional, que obedece a mafiosos que buscan refugio lejos de su país de origen y suelen dirigir operaciones desde la distancia.

En la mayoría de las casos, la coordinación de la Policía de distintos países es clave para que las actuaciones lleguen a buen puerto. "Estamos en contacto permanente y cruzamos información", dice Marcos. Muchas de estas operaciones se inician en un país y tienen repercusión en distintos puntos del planeta. En la Costa del Sol los principales delitos son de narcotráfico, que en muchos casos derivan en problemas de ajustes de cuentas. "Para los distintos grupos esto es un gran negocio, todo marcha bien hasta que alguna banda rompe las normas del juego, entonces llegan los ajustes de cuentas", subraya el responsable de la unidad Greco de la Costa del Sol, un tentáculo de los servicios centrales del Cuerpo Nacional de Policía que lucha contra todo tipo de delincuencia organizada y depende de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) central.

Los grecos tienen presencia en cinco puntos costeros de la Península (Alicante, Cádiz, Galicia, Levante y la Costa del Sol) y en los dos archipiélagos españoles (Balerares y Canarias). La unidad malagueña, creada a finales de 2004, fue la primera. Desde entonces suma más de un centenar de felicitaciones públicas, uno de los máximos reconocimientos policiales. Málaga sigue siendo un "punto caliente" para la Policía, ya que el boom del ladrillo atrajo a muchos criminales para blanquear su dinero, pero desde mucho antes ya era una de las principales puertas de la droga de África. Dice Marcos que la crisis no afecta a los malos, para prueba las últimas actuaciones y la veintena de operaciones abiertas contra el crimen organizado.