Fue casi por casualidad, pero los agentes de la Policía Local de Málaga que realizaban ayer una inspección rutinaria en la barriada de García Grana se llevaron una gran sorpresa cuando vieron a 18 cabras salir de uno de los edificios. Varias personas conducían a los animales hacia la calle tras utilizar el propio ascensor para sacarlas, al parecer, de un trastero donde habían permanecido escondidas después de haber sido presuntamente robadas de alguna finca. Es, al menos, la hipótesis que baraja la Policía Local de la capital, que ha iniciado una investigación de forma conjunta con la Guardia Civil para tratar de localizar al verdadero propietario de los animales que fueron intervenidos inmediatamente y trasladados al Centro Zoosanitario Municipal de la capital.

El robo de las cabras pudo producirse, según pudo saber este periódico, durante el fin de semana en algún municipio malagueño o incluso de una provincia limítrofe y llevadas hasta la barriada de García Grana a la espera de poder venderlas en el mercado negro. Los animales fueron escondidos en el trastero de uno de los edificios de viviendas de protección oficial de García Grana sin luz y sin la ventilación adecuada. Los agentes sorprendieron a tres personas cuando sacaban a las cabras del inmueble a plena luz del día. Según aseguraron fuentes municipales, ninguno de ellos fue detenido aunque sí fueron identificados a la espera de que la investigación de la Policía Local y la Guardia Civil esclarezca la procedencia de los animales y cómo llegaron hasta allí.

Las cabras permanecerán en el centro municipal, al menos, hasta que los veterinarios de la Delegación Provincial de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía realicen un informe sobre su estado y su conveniencia o no de trasladarlas a otro lugar hasta que se localice al verdadero propietario. La Guardia Civil está investigando si en los últimos días se ha producido la denuncia de algún ganadero en relación al robo de su rebaño. No sería de extrañar, puesto que en los últimos meses este tipo de actos delictivos se han multiplicado en el campo como consecuencia de la crisis.

Hace tan sólo varias semanas, la patronal agraria Asaja y la Subdelegación del Gobierno en Málaga acordaron reforzar la vigilancia en las zonas rurales precisamente para disuadir a los grupos de ladrones a actuar en el campo donde se calcula que las pérdidas son cuantiosas.