El sector inmobiliario tiene que ganar dos batallas para salir de la crisis. La primera es conseguir clientes y la segunda convencer a las entidades financieras para que les concedan créditos a ellos y a sus compradores. Entre esos dos retos, habría un tercero que está pasando de forma más sibilina pero que está causando cierto enojo entre los promotores, como es la fuerte competencia que están ejerciendo los bancos y cajas a la hora de dar todo tipo de condiciones ventajosas a la demanda potencial.

El Salón Inmobiliario del Mediterráneo (Simed) comenzó ayer en el Palacio de Ferias de la capital y las caras de los promotores eran, por una parte, de cierta felicidad y, por otra, de duda sobre el futuro. Todos coinciden en señalar que ha habido un repunte de ventas en el primer semestre y lo achacan principalmente al aumento del IVA y todos lamentan que entre junio y octubre ha vuelto a haber un parón. El sector confía ahora en que haya un nuevo resurgir antes de final de año. "Hay gente interesada y espero que con el final de las deducciones por vivienda para las rentas superiores a los 24.000 euros el año que viene puedan registrarse un mayor número de operaciones. Creo que este salón es bueno para eso", señaló Miguel Ángel Cintas, gerente de Edipsa.

Miguel Rodríguez, director general de Myramar, apuntó en la misma dirección. "El mercado no está tan parado como el año pasado y veo la botella medio llena", indicó. Desde Sando, su director comercial, Miguel Fajardo, consideró que "la demanda se sigue manteniendo" y avisó de que "la rebaja de precios ya se ha producido en los dos últimos años y medio y no van a bajar más". Víctor de la Puerta, director comercial de Salsa Inmobiliaria, aseguró que ve un mayor "interés" entre los compradores y que "ferias como esta dan un poco de ilusión para incrementar los ritmos de venta". En Alei, la división inmobiliaria de Grupo Vera el discurso es el mismo. "Estamos contentos porque vemos algo de luz. No paramos de vender desde hace un año y creo que hemos llegado al punto de inflexión", dijo Juan Maldonado, director de Alei.

Hay un optimismo moderado pero la sonrisa se torna en mueca cuando se pregunta por la entrada como un torbellino de las entidades financieras en el sector. En el Simed hay siete bancos o cajas de ahorro con un expositor propio. Quieren deshacerse como sea del stock y dan unas condiciones muy favorables que los promotores no pueden facilitar. Santander, por ejemplo, ofrece viviendas sin hipoteca el primer año y una financiación del 100%, restar el IVA o no pagar dos meses de alquiler. BBVA financia también el 100% de la operación, da hasta 40 años para pagar la hipoteca al Euribor más 0,7% y aplazar el pago de dos cuotas al año hasta un máximo de diez.

Miguel Rodríguez lamentó que "el principal problema que nos encontramos es que la banca tiene mucha vivienda por vender y no compiten en igualdad de oportunidades al ofrecer muchas ventajas que nosotros no podemos", a la vez que denunció que las entidades financieras "han cerrado el grifo al 100% para iniciar cualquier promoción incluso a empresas con beneficios y consolidadas". José Prado, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga, señaló que "hay bancos que dan descuentos del 40% y financian hasta el IVA y yo también quiero eso para mi empresa", mientras que Miguel Ángel Cintas afirmó que "hay bancos y cajas que dan hipotecas para sus pisos y no para el resto de promotores, por lo que son una competencia muy difícil". ¿Se puede hacer frente a esta situación? Víctor de la Puerta cree que la fórmula es "ser mejores que ellos en sus puntos débiles como son la relación calidad-precio o la atención al cliente".

Los promotores y las entidades financieras están todos en el mismo barco aunque en condiciones distintas. Los bancos y cajas están recibiendo dinero al 1% y, en los escasos créditos que conceden, están pidiendo unos intereses del 6 o 7%, una práctica que el sector no ve con buenos ojos.