La clave era mover el dinero muy rápido entre sociedades constituidas al momento por socios sin identificar que se pasan el dinero de una cuenta a otra en pocos días. Vértigo puro para blanquear dinero. De esta manera, según deduce el juez, el ex gerente de Urbanismo de Estepona, Pedro López, ingresó en una cuenta bancaria de Andorra más de 10 millones de euros. Claro que con tanto vértigo las transacciones no quedaban grabadas en la memoria de los supuestos implicados que no eran otros que los padres y el hermano de López, según las investigaciones.

El auto del juez Jesús Torres que aparece en el tomo 34 del sumario de la operación Astapa y cuyo secreto acaba de ser levantado explica como el 18 de abril de 2008 se constituyó una sociedad en Belice en la que figuran como apoderados el hermano y la madre de López, quienes ese mismo día abrieron una cuenta en Andorra a nombre de la misma sociedad. Según el informe de la Policía Judicial en que se basa el juez, entre el 18 de abril y el 29 de mayo entraron en la cuenta los más de 10 millones que luego quedaron bloqueados.

Esta importante cantidad fue ingresada de manera fraccionada aunque el dinero provenía íntegramente de una cuenta del mismo banco a nombre de los padres del ex gerente de Urbanismo. Y concluye el juez afirmando que hay indicios suficientes para pensar que el entramado económico tenía por objeto "desvincular la propiedad del dinero de la familia de Pedro López, aunque hayan continuado vinculados a él como representantes de la sociedad constituida al efecto".

Las entradas de dinero detectadas con anterioridad habían sido realizadas siempre "mediante ingresos en efectivo y a través transferencias de sociedades con domicilio social en el extranjero, posiblemente en los llamados paraísos fiscales, ordenadas por bancos suizos", concluye el juez.

A Pedro López se le imputan los presuntos delitos de malversación y cohecho mientras que a sus familiares directos se les achacan delitos de blanqueo, falsedad documental, y contra la ordenación del territorio, a pesar de que todos en sus declaraciones afirmaron desconocer que tenían esas cantidades en una cuenta y ni siquiera, en el caso de Pedro López, que su padre tuviera dinero en Andorra.

El instructor también se refiere a un posible delito de falsedad documental y otro relativo a la ordenación del territorio por una declaración de obra nueva valorada en 583.000 euros sobre una finca en la que se encuentra domiciliada la Yeguada La Granja realizada en 2005 ante notario por los tres familiares.

Para demostrar "la legalidad de las construcciones" los comparecientes aportaron al notario, según se lee en el auto, "la licencia municipal de obras para un muro" autorizado y certificado por un arquitecto. Sin embargo, las obras carecían de licencia y el suelo era rústico por lo que no se podía construir en él.

Y aquí aparece otra curiosa conexión. En uno de los interrogatorios, el hermano de Pedro López reconoce que compró una yegua a Jesús Gil Marín y al hermano de éste y que el hijo del ex alcalde de Marbella le puso en contacto con la ganadería Marqués de Velilla, aunque no recuerda si le atendió Juan Antonio Roca Nicolás u Óscar Benavente.

583.000