El tándem Jerónimo Pérez Casero-Andrés García, que de facto ha dirigido la Cámara de Comercio de Málaga durante los últimos nueve años, quedó oficialmente roto ayer cuando el segundo presentó su dimisión "por motivos personales" al comité ejecutivo de la institución comercial malagueña, que se la aceptó.

La renuncia fue forzada por el propio Pérez Casero, presidente del organismo empresarial, según explicaron a este periódico varias fuentes del equipo de Gobierno cameral, que calificaron la situación vivida entre ambos durante los últimos meses como "insostenible". "Se han producido importantes desavenencias y una pérdida de confianza del presidente en su gerente. Finalmente se conseguido una salida honrosa para Andrés García, como es su salida voluntaria del cargo", agregaron las citadas fuentes.

La crisis en la Cámara de Comercio de Málaga llega en uno de los momentos más delicados que vive la institución, consecuencia de la nueva ley aprobada en diciembre pasado por el Gobierno y que elimina la obligatoriedad de que las empresas paguen cuotas para financiar la institución. Aunque la norma cuenta con un periodo de prórroga de dos años para su completa aplicación, lo cierto es que la Cámara malagueña ya se ha encontrado con empresas que este año han devuelto los recibos que les ha pasado la entidad, que ahora deberá ir por la vía ejecutiva para conseguir regularizar los cobros, según fuentes de la Cámara.

"Hay nerviosismo y es lógico que también esa circunstancia también haya podido influir en el desenlace", añadieron fuentes conocedoras del desencuentro entre Pérez Casero y su hasta ayer mano derecha y responsable de las cuentas. La dimisión de Andrés García debe ser ratificada el jueves en el pleno de la Cámara.