Proyectos de ciudad Los alumnos proponen convertir la traza urbana en un corredor biológico

El Guadalmedina, desde otra mirada

  • Hoy presentan en sociedad el libro 'Guadalmedina, un río invisible', fruto del trabajo realizado durante meses por 55 estudiantes de la Escuela Superior de Arquitectura de Granada sobre el cauce

Forma parte del paisaje diario de miles de malagueños; escenario que durante décadas ha sido epicentro de las discusiones en una urbe que, históricamente, lo ha percibido con temor y que, en los últimos años, empieza a sentirlo como oportunidad. Todos pasan a su lado, pero pocos se detienen a contemplarlo, a mirarlo el Guadalmedina como arteria misma de la ciudad. Esa es la tarea que durante varios meses realizaron 55 alumnos de la Escuela Superior de Arquitectura de Granada, junto a profesores y profesionales varios, entre 2007 y 2008 y que ahora ve la luz en forma de libro.

En Guadalmedina, un río invisible, editado por la Fundación Rizoma con la colaboración del Centro de Ediciones de la Diputación, que será presentado hoy, se plasma la experiencia a pie de campo en la que participaron todos los autores del libro, que entre noviembre de 2007 y marzo de 2008 realizaron excursiones al nacimiento del Guadalmedina, a Monte Victoria y otros espacios. Todo ello se traduce ahora en un trabajo de unas 300 páginas, coordinado por el arquitecto José María Romero, profesor del organismo granadino.

Pero los responsables del documento no sólo analizan, sino que también proponen. Lejos de los modelos que apuestan por hacer del cauce un espacio embovedado a aprovechar como avenida de tráfico, estos aprendices defienden la idea de que la traza sirva "como corredor biológico, con caudal ecológico y reforestación de ribera". La idea que se señala en el volumen se amplía hasta proponer la conexión biológica de la ciudad con el entorno de Monte Victoria y Gibralfaro.

"El planteamiento sería provocar que el río se integre en la ciudad de tal manera que vaya colonizando todos los espacios limítrofes al río", señala textualmente el libro, en el que se insiste en la necesidad de generar "un espacio verde que cumpla las funciones de un bosque de ribera al tiempo que se convierte en un pulmón natural". En esta línea, al objeto de relacionar los puntos "de ese gran parque", se plantea la creación de nuevas conexiones mediante una línea de Metro ligero que paralela al río comunique la zona alta con el paseo marítimo.

Entre otras labores, los escritores comparan las posibles soluciones de embovedado y cauce abierto, rechazando de plano la cubrición, ya que, según apuntan, supondría un aumento de la contaminación, daría prioridad al tráfico rodado, rompería el corredor verde, "se convertiría en una alcantarilla". "Es un trabajo muy profesional y por eso hemos estado acompañados por casi veinte expertos de distintas materias", expone Romero, para el que el libro muestra una gran apertura "a puntos de vista sobre el río; son muchas miradas que no se contraponen". A su juicio, es de destacar que cualquier acción sobre la traza urbana ha de pasar por intervenir en la parte alta.

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