"Participaría en un certamen por gusto, no por los 20.000 euros de premio que me puedan dar", dice rotundo Julián Granados, ganador del X Concurso de Escritores Noveles de Andalucía en la modalidad de cuentos. A sus 19 años tiene claro que su futuro profesional no estará ligado a la escritura, que considera como un "arte" y no una "profesión". Eso sí, un año más participa en la Escuela de Verano para escritores noveles que tiene lugar en el Centro Eurolatinoamericano de Juventud (Ceulaj) de Mollina, dependiente del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad y que estará abierta hasta el próximo 14 de julio. "Aquí pueden enseñarme cosas nuevas y mejorar la forma de escribir", dice. Esa es su verdadera motivación para adentrarse en el mundo de las letras, mientras reconoce que su aspiración profesional sería poder ser diplomático.

Mientras tanto, Lola Aguado, de tan solo 10 años, sí que expresa su deseo ser escritora y dedicarse a ello de forma profesional, aunque reconoce lo mucho que todavía le falta por aprender. Eso sí, a pesar de su juventud, ya puede lucir en su currículum el haber ganado el premio de poesía de escritores noveles de Andalucía. Esos versos ya puede verlos en Letras de papel, el libro de recopilación que ayer tuvo la oportunidad de ojear junto a su compañero de triunfo. Ellos son dos ejemplos del futuro de las letras andaluzas, aunque son muchos los jóvenes que tienen un gran talento y que podrían tener un futuro prometedor. Un selecto grupo se reúnen estos días en la Escuela de Escritores Noveles, que ayer fue inaugurada por el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso.

En la misma participan una treintena alumnos de entre 10 y 19 años, de los cuales 21 están becados. Entre los participantes se encuentran integrantes del Certamen Andaluz de Escritores Noveles, además de otros estudiantes que han logrado reconocimientos en distintos certámenes locales. Este grupo tendrá la oportunidad de mejorar sus conocimientos con Cristina Cerrada y Javier Vela, dos autores madrileños que ejercerán como docentes. Junto a ellos estará José Alberto Arias. Cerrada y Vela serán los responsables de los talleres de narrativa y poesía, mientras que Arias participará en un encuentro con los integrantes de la escuela. Se pretende que los alumnos tengan una visión crítica del texto, expresen de manera eficaz emociones y pensamientos y facilitar el intercambio de experiencias entre profesor y alumno.

Por su parte, los participantes tienen claras sus intenciones y objetivos. "Quiero mejor la técnica", afirma Juan Sánchez, uno de los más jóvenes del grupo. Fue la profesora de Lengua la encargada de despertar en él su interés por este mundo. "Era muy buena y fue ella la que hizo que comenzara a escribir", dice sin dudarlo ni un segundo.