Cultura

Edmon Colomer no continuará al frente de la Filarmónica a partir de junio

  • El consejo de administración del consorcio decidió ayer no renovar el contrato del director y aprobar la convocatoria de un concurso público

La reunión del consejo de administración del Consorcio de la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM), compartido al 50% por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento, se celebró ayer con algunas novedades importantes. La primera es que, a tenor de los comentarios de quienes participaron en el encuentro, el mismo se desarrolló con un tono cordial y las dos instituciones, enfrentadas en el último año a cuenta de la decisión autonómica de aportar su financiación correspondiente a través del régimen de subvenciones, parecen haber encontrado cauces suficientes para llegar a acuerdos necesarios. Pero la noticia más significativa es que el contrato del actual director titular, Edmon Colomer, no se renovará tras su finalización en junio, con lo cual el final de la presente temporada será también el de su periodo al frente de la OFM después de tres años.

En realidad, tal y como recordó ayer a este periódico el responsable de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, José Francisco Pérez, el contrato de Colomer no está sujeto a prórroga. "Teníamos la opción de ofrecerle un nuevo contrato, pero en lugar de eso el consejo ha optado por otra solución", apuntó. Y la solución no es otra que la convocatoria de un concurso público para la elección del nuevo director "a partir de criterios artísticos, de modo que no se tengan en cuenta los nombres sino los proyectos que presenten los aspirantes". De este modo, según Pérez, "la noticia no es tanto que Colomer no siga, sino que ahora el consorcio dota de transparencia al proceso de selección del director. De hecho, Colomer puede presentarse al concurso si quiere, y si su proyecto es el elegido seguirá siendo director de la OFM". Pérez apuntó que el consorcio aprobó la adopción de esta medida "por unanimidad", si bien se dio el plazo de un mes para determinar los criterios artísticos que deberán adoptarse en la convocatoria pública del concurso. No obstante, aunque el concejal de Cultura, Damián Caneda, no se pronunció al respecto, otras fuentes cercanas a la OFM apuntaron ayer que el Ayuntamiento "va a seguir defendiendo durante este mes la elección directa de la batuta titular" por un motivo fundamental: "Ningún director importante va a aceptar participar en un concurso". Si se publicara finalmente la convocatoria el mes que viene, la incorporación del sucesor de Colomer no se produciría hasta bien entrada la temporada próxima, cuyos contenidos ya están cerrados aunque ahora, sin su principal diseñador, tendrán que ser inevitablemente modificados. La primera tarea del nuevo director será, en todo caso, definir el programa del curso 2014/2015.

Pérez insistió en que en la no renovación de Colomer no ha pesado "en modo alguno" la pérdida de abonados de la orquesta: "Simplemente, su contrato ha llegado a su final y teníamos la oportunidad de aplicar el nuevo modelo de gestión que la Consejería de Cultura quiere implantar en las orquestas andaluzas". Pero las fuentes antes referidas apuntaron que, por el contrario, el asunto de los abonos "ha sido determinante". Los programas de Colomer, organizados en ejes temáticos, han reunido a compositores de diversas épocas, sin renunciar a autores del siglo XX y contemporáneos, con un especial interés en hacer descubrir al público nombres no muy conocidos. Su apuesta ha ganado el aplauso de la crítica, pero no el de los aficionados, si bien habría que tener en cuenta varios aspectos a la hora de valorar la caída de abonados más allá de Colomer, desde la crisis que atraviesa el sector de los espectáculos en general hasta la situación de la OFM en el Teatro Cervantes, donde no tiene competencias para decidir políticas respecto a las localidades y sus precios.

La otra gran decisión adoptada ayer fue la relativa a los presupuestos para la próxima temporada, acordados finalmente en 4,4 millones de euros, que asumirán al 50% la Junta y el Ayuntamiento. Damián Caneda se mostró ayer bastante explícito al afirmar que "había que salvar al niño, y es lo que hemos hecho: teníamos que hacer viable un proyecto que en los últimos meses ha vivido una situación muy delicada y con este acuerdo garantizamos que la OFM seguirá adelante". Caneda explicó que el presupuesto se entregará ahora al gerente de la institución, Juan Carlos Ramírez, quien dispondrá de un mes para cerrarlo definitivamente "y mientras tanto buscar otras posibles aportaciones, especialmente a través de patrocinios". Pero, de cualquier forma, el presupuesto actual supone un recorte de 1,4 millones de euros respecto al que se aprobó el año pasado. De manera que la OFM seguirá con vida, pero lo hará muy a duras penas.

El mismo José Francisco Pérez señaló que los presupuestos "responden a la política de austeridad con la que tenemos que trabajar", pero admitió que la menor financiación "afectará, inevitablemente, al personal de la OFM, que supone hoy el 90% del gasto". Y es de esperar que el recorte afecte igualmente a los proyectos. El consejo aprobó también ayer la programación de la próxima edición del Festival de Música Antigua, que presentará seis conciertos en la primera semana de julio en el Teatro Cervantes; pero respecto a lo que pueda ocurrir la temporada que viene, todo forma parte de la incógnita. Ya el pasado Ciclo de Música Contemporánea se redujo a sólo cuatro conciertos frente a los diez habituales. La supervivencia de las actividades suena a quimera. Habrá que cruzar los dedos.

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