Cultura

El Brujo y Olga Román prolongan el ciclo de espectáculos de Ars Málaga

  • El actor presentará su obra 'La luz oscura de la fe' el 19 y 20 de junio en el Palacio Episcopal, donde el día 21 actuará la cantante

El concierto que ofreció Marlango el pasado viernes para la inauguración del Ciclo de Cine Humano, que organiza la Diócesis de Málaga, en el Palacio Episcopal (rebautizado Ars Málaga tras su reciente recuperación como espacio cultural), dejó entre los presentes, más allá de la calidad del concierto y de la oportunidad de disfrutar del grupo en tan evocador entorno, la evidencia de que ahí había un escenario privilegiado que merecía ser explotado como tal. Y lo cierto es que la misma Diócesis también parece pensar lo mismo: tanto, que aquel concierto de Marlango tendrá continuidad con nuevos espectáculos que vendrán a completar la actividad expositiva de Ars Málaga (materializada, en primera instancia, con una imprescindible muestra de arte africano), bajo un epígrafe concreto llamado, estratégicamente, Espacios íntimos. Por el momento, la oferta en este sentido se concreta en dos propuestas de próxima convocatoria: el actor y director lucentino Rafael Álvarez El Brujo representará los días 19 y 20 de junio el que es su último montaje hasta la fecha, La luz oscura de la fe, dedicado a San Juan de la Cruz. Y el día 21, será la cantante y compositora Olga Román la que tome el relevo con un concierto acústico. Las entradas para ambos espectáculos ya están a la venta en las mismas taquillas de Ars Málaga, a 20 euros las de El Brujo y 15 las de Olga Román.

Hace ahora justo dos años Rafael Álvarez El Brujo acudió a Málaga, invitado por la Diócesis, para representar su lectura escénica de El evangelio de San Juan nada menos que en la Catedral. El actor, especialmente cuidadoso con los detalles, había admitido las dudas y temores que despertaba en él un reto de tales proporciones, pero el aforo dispuesto en el templo se llenó hasta los topes, el público disfrutó sin reservas y El Brujo ganó para su trayectoria, amplia y meritoria como pocas, una función inolvidable. Ya había quedado entonces abierta la puerta a otra colaboración, y la reválida llega sólo dos años después. El Brujo presentará en el patio del Palacio Episcopal La luz oscura de la fe, una aproximación en clave juglaresca a la poesía de San Juan de la Cruz que el lucentino estrenó el pasado 14 de diciembre, festividad del santo, en el Convento de los Carmelitas Descalzos de Úbeda, donde el mismo falleció en 1591. El Brujo comparecerá con este espectáculo en la próxima edición del Festival de Teatro de Almagro en julio, pero antes los malagueños podrán disfrutarlo en un marco que resulta, a priori, singularmente idóneo para su representación. La presencia de Rafael Álvarez en Málaga se ha convertido en una constante de un tiempo a esta parte, ya que sólo en los últimos meses ha representado El Lazarillo de Tormes en el Teatro Alameda y La Odisea en el Teatro Cervantes; pero la suya es una presencia querida y reclamada por el público, así como, por qué no reconocerlo, reconfortante, inspiradora y de agradecer.

Pero no menos interesante resulta la posibilidad de escuchar en el mismo escenario, con la intimidad precisa, a la cantante y compositora Olga Román, a la que hace ya mucho se le echaba de menos por Málaga. La que fuera voz solista de Nuestro Pequeño Mundo e insustituible respaldo vocal para Luis Eduardo Aute en los 80 y para Joaquín Sabina en los 90 ha firmado hasta el momento cuatro discos en solitario, con los que ha alcanzado un éxito notable tanto en España como en Latinoamérica. Formada en el prestigioso Berklee College , Román confiere a sus esmeradas composiciones tonalidades próximas al jazz, la música popular brasileña y otros géneros atlánticos, mecidos con una voz limpia y pródiga en matices. Su último álbum, De agua y laurel, recrea a gusto el repertorio de Gustavo Cuchi Leguizamón, referente clave del folclore argentino; pero Román trabaja ya en el que será su quinto trabajo, así que cabe esperar algunos estrenos en su cita malagueña. En tan lindo rincón y al fresquito, con tan prometedora oferta, a ver quién se resiste.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios