Cultura

El teatro desde abajo

  • La nueva edición del ciclo de poesía escénica 'El mal de Tourette' comienza mañana con un programa dedicado a las asociaciones y talleres formativos

Existe cierta evidencia que no por denunciada resulta menos injusta: el teatro ha visto reforzada en los últimos años en España su posición en la marginalidad, principalmente en términos de influencia, gracias a una política fiscal inasumible que se ha traducido en espectadores perdidos por millones, salas clausuradas, compañías extintas y profesionales en el desempleo o reciclados a su pesar. El productor Jesús Cimarro, responsable del Festival de Teatro Clásico de Mérida, señaló hace unos meses en una entrevista a este periódico que el motivo por el que un determinado Gobierno decide sacrificar todo un sector productivo como el de las artes escénicas resulta, todavía, un misterio. Pero existe un problema aún mayor: la criba del 21% de IVA ha tenido como consecuencia la desafección de una parte nada desdeñable de la opinión pública respecto al teatro. La atención en los medios de comunicación es cada vez menor, así como la inclusión de las artes escénicas en los planteamientos de desarrollo estratégico por parte de las administraciones públicas (donde los museos y las artes plásticas, en muy diversas acepciones, han recibido un protagonismo notable). Existe, sin embargo, una excepción a este paisaje desalentador que a su vez entraña una paradoja: los talleres de teatro impulsados por asociaciones culturales y las mismas entidades públicas, dedicados a reforzar las aspiraciones tanto de intérpretes y directores aficionados como de potenciales profesionales, atraviesan un significativo periodo de esplendor. Sólo en Málaga, estos espacios formativos se han multiplicado en los últimos años hasta generar una oferta capaz de satisfacer, en principio, todas las inquietudes. Pero antes que grupos de teatro o gimnasios para el talento, estos talleres son, principalmente (y aquí reside la paradoja), verdaderas escuelas de espectadores. Es aquí, en sus hechuras, donde el amante del teatro adquiere las armas necesarias no sólo para atreverse a interpretar a un papel, sino para asistir a una representación y disfrutarla de manera completa, crítica y creativa hasta el último sorbo. Que estas experiencias hayan proliferado demuestran, para consuelo de muchos, que el público sigue estando ahí, con muchas ganas de ver teatro; pero hay, claro, un camino que conduce desde el éxito de estas escuelas hasta la consolidación de los públicos en las salas que aún hay que recorrer.

Éste es el objetivo que asume la sexta edición del ciclo El mal de Tourette, el programa de poesía escénica que organizan el actor Miguel Zurita y el poeta Vicente Ortiz (ambos comulgantes de la escritura dramática en su compañía Sueltos), que se celebra desde este miércoles 17 al domingo 21 en el Teatro Cánovas. El certamen modifica de notable sus mimbres (he aquí un ejemplo de cómo hacer de la necesidad virtud) y presta menos atención a los espectáculos como gancho primordial para ofrecer a algunos talleres y grupos un espacio en el que mostrar lo que hacen al gran público. Todas las citas se presentan con entrada libre, así que sería deseable que del envite se extrajeran conclusiones reveladoras sobre los mecanismos que conducen al teatro desde abajo hasta arriba; más aún cuando en el abajo el teatro adquiere notables funciones sociales y de integración además de artísticas que, también en clave política, convendría explotar por el bien de Málaga, sus barrios y sus vecinos.

El mal de Tourette empieza desde la base, con una mesa redonda a celebrar este miércoles 17 a las 20:00 en el Cánovas en la que, bajo el elocuente lema Poética, coraje y hambre en la escena malagueña, creadores como las actrices Virginia Nölting, Noelia Galdeano y Susana Vergara y los directores y dramaturgos Paco Bernal, Nacho Albert, Sergio Rubio y Alberto Cortés (todos ellos ampliamente representativos del teatro local, no por ello menos universal), debatirán con la moderación de Miguel Zurita sobre la situación actual de las artes escénicas en la ciudad, tanto en sus entrañas creativas como profesionales. El jueves 18 se celebrará la muestra final de las Aulas Permanentes de Interpretación de la Escuela Pública de Formación Cultural de Andalucía, que dirigen Vanessa López y Miguel Zurita. El viernes 19 a las 20:00, la Asociación Teatro del Tiempo, vinculada al Banco del Tiempo de Málaga, representará su aplaudido espectáculo Lorca Solo, dirigido por Antonio Arcos; y el mismo viernes a las 21:00, la Asociación Amuti presentará las lecturas de su taller de dramaturgia, dirigido por Nacho Albert y Paco Bernal, con textos de Mariló Merino, Estela Ramos, María García y Luna Navajas. Para terminar, el sábado 20 y el domingo 21 el Taller Paréntesis representará La piel de las burbujas, una obra dirigida por David Bauzó, escrita por Rafael Caumel, Javier Hernández, Charo Portillo y Alejandro Sevilla y protagonizada por Miguel Abad, Rosa González, Merche J. Lara, Jesús Matos y María Rueda, entre otros. Las bases piden terreno y con razón, porque sin ellas esto se vendría abajo. Nunca un público formado, exigente y capaz ha sido tan necesario: con semejante garantía, todo lo demás será secundario. Ha llegado la hora de ganarlo o permitir que la historia sea otra.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios