Cultura

El Velvet pide una revisión de la ley para poder celebrar conciertos

  • Tras la denuncia de otro local con música en directo, este bar del centro no puede celebrar ningún espectáculo · En Facebook cuenta ya con más de 2.000 seguidores

La convivencia entre ocio nocturno y descanso vecinal forma parte ya del paisanaje de la ciudad. Las bandas locales reclaman espacios dignos donde poder tocar en directo, los locales una normativa que les permita hacerlo y los comerciantes y residentes menos ruido en los alrededores. El asunto no tiene fácil solución, al menos desde el Ayuntamiento. El Plan General de Ordenación Urbana estipuló en 1997 no conceder más licencias de café-teatros ni discotecas en el centro de Málaga ni en ningún otra zona residencial. Por tal motivo, locales como el Velvet Club con licencia de bar con música han celebrado durante 10 años conciertos a puerta cerrada y con total insonorización.

Pero hace unos días, tras la denuncia de otro local, miembro de la asociación de discotecas de Málaga, este bar ya no puede celebrar ningún tipo de espectáculos en directo. Enseguida las redes sociales hicieron su trabajo y la plataforma Sí a los conciertos en Velvet Club Málaga ya cuenta con más de dos mil seguidores. Los socios del local acudieron ayer al macrofestival Granada Off que defiende la legitimidad cultural de la música, para recabar información y más apoyos.

Velvet continúa su lucha por un cambio en la legislación que permita celebrar conciertos en su interior. Juan Diego Altamiro, socio del local junto a Igor Carrera no exige una ampliación de la licencia que actualmente posee, sino que "se permita la música en directo al igual que se permite poner un cedé. Y que si se revisan las licencias que se haga con todas, a ver si cumplen los requisitos los locales que figuran como café-teatros o discotecas legales de aforo y decibelios", explica Altamiro.

Purificación Pineda, concejala de Comercio y Vía Pública recuerda que la normativa en vigor pretende evitar "una acumulación de bares y saturación acústica. Y además no hubo consenso entre vecinos y comerciantes para que se modificara en 2010". La edil añade al respecto que "lo que piden las asociaciones de vecinos es que se sea más estricto con el ruido en la calle". Desde el Velvet, Altamiro muestra su indignación por la ausencia de una legislación que permita en la ciudad la celebración en bares o restaurantes de cualquier tipo de espectáculo en directo, "ya sea monólogos, un piano o un tablao flamenco". Igualmente le llama la atención que la denuncia que ha ocasionado la prohibición de conciertos provenga de un bar con licencia para música en directo, y esté respaldada por la asociación de discotecas de Málaga. "Yo no pido por mi local nada más, sino por una demanda que hay en la ciudad de grupos que no encuentran sitios para tocar en directo y que no pueden permitirse alquilar un estudio en una nave", expresa. El Velvet Club y la Asociación de Bares Musicales de Málaga seguirán movilizándose en esta línea. "Queremos recoger firmas con las asociaciones afectadas y reunirnos con el Ayuntamiento para exponer el caso. Nos regimos ahora por normas muy antiguas y demasiados generales y abiertas", apostilla Altamiro.

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