En un escenario político en el que los puntos en común entre los dos grandes partidos, PP y PSOE, son prácticamente nulos, existe un tema en el que ambas formaciones han hecho causa común: los salarios de los concejales. Una demostración de esta excepción es la forma en la que han cerrado filas en torno a la decisión de la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, de subir entre un 20 y 60% el sueldo a la mayoría de los integrantes de su equipo de gobierno, decisión que al ser votada en el Pleno contó con el aval de los representantes socialistas y de IU. A este apoyo directo se sumó ayer el silencio de la dirección provincial del PSOE al ser preguntada. 

La determinación impulsada por la también portavoz del PP andaluz en el Parlamento autonómico, institución de la que cobra (no percibe sueldo como alcaldesa, a excepción de sus asistencias a Pleno), fue justificada por el presidente de su partido en la provincia, Elías Bendodo, quien la justificó en la necesidad de adaptar los emolumentos a la recomendación realizada por la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP). 

En cualquier caso, choca de lleno con la dirección de los pasos que desde que tomaron posesión de sus cargos vienen adoptando buena parte de los alcaldes populares en la provincia, que han optado por reducir los emolumentos, e incluso por el propio Bendodo, que como máximo mandatario de la Diputación también ajustará su sueldo. La de Bendodo fue una de las voces que ayer pudo oírse para defender la acción de Oña. 

El presidente popular, que dijo saber desde hacía días que la alcaldesa popular iba a aplicar esta subida para adaptarse a la determinación de la FAMP -que marca topes máximos y no aconseja una cantidad exacta-, calificó de "lógica" la medida, dado que la misma se aplica conforme al acuerdo regional alcanzado en el marco de la federación. "Hay ayuntamientos que para cumplir ese requisito han tenido que subir y otros han tenido que bajar; en Fuengirola lo que ha sucedido es que ha habido que subir", apostilló. Preguntado por si le chocaba, Bendodo fue claro: "Si no hubiera habido ese acuerdo y hubiese habido libertad de cada alcalde, evidentemente, en los tiempos que corren, no se entendería". 

La alcaldesa de Fuengirola volvió ayer a valorar la medida e incluso aseveró que tras la subida los concejales del equipo de gobierno seguirán cobrando un 30% menos de lo indicado por la FAMP. A pesar de ser confirmada la información por ella misma y por un portavoz del Ayuntamiento a este periódico, dijo que los datos publicados por Málaga Hoy eran "rotundamente falsos". 

Lo que llama la atención es que la alcaldesa fuengiroleña diga que con ello trata de cumplir el acuerdo de la FAMP, recomendación que, sin embargo, elude en lo que a los concejales de la oposición se trata. El documento, al que tuvo acceso este periódico, precisa que todo edil con dedicación exclusiva, sin distinguir entre integrantes del equipo de gobierno o no, podrán llegar a cobrar hasta el 90% del máximo fijado para la regidora de una localidad como Fuengirola, situado en 63.704 euros. 

Pero la realidad es bien distinta, ya que sólo hay un edil del PSOE que tiene media dedicación, con un salario de 16.000 euros anuales. ¿Por qué? "Fue lo único que nos propuso la alcaldesa", dijo Javier García León, portavoz socialista, que admitió que en otras condiciones varios de sus integrantes trabajaría con dedicación plena. La situación es semejante en Estepona, donde el alcalde popular José María García Urbano, dejó sin salario a los concejales de la oposición. David Valadez, portavoz socialista, denunció que ello impide que se trabaje adecuadamente en la labor de control. 

En las filas del PSOE provincial, los secretarios general y de Organización, Miguel Ángel Heredia y Francisco Conejo, optaron ayer por guardar silencio, a pesar de que este periódico trató de contactar telefónicamente con ambos.